La evolución de las regulaciones ambientales, especialmente aquellas relacionadas con las emisiones contaminantes, ha sido un proceso clave en México, donde se busca mejorar la calidad del aire y reducir el impacto ambiental.
Las normativas EPA (Environmental Protection Agency, por sus siglas en inglés) y Euro (conjunto de normas creada por la Comunidad Europea) han jugado un papel crucial, adaptándose y evolucionando para enfrentar los retos crecientes de la contaminación en nuestro país.
En México, especialmente las grandes ciudades como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, enfrentan altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas. Las regulaciones EPA y Euro son los principales estándares internacionales a los que el país ha alineado sus políticas de emisiones vehiculares e industriales.
Normas EPA: la influencia norteamericana
La Environmental Protection Agency de los Estados Unidos ha sido un referente global en términos de regulación ambiental desde su creación en 1970. Sus estándares de emisiones contaminantes, conocidos como EPA Tier (los cuales detallaré en un artículo próximo), han establecido límites estrictos para vehículos pesados en cuanto a emisiones de hidrocarburos, monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO₂), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas PM10 y PM2.5.
En México, los estándares EPA han tenido una influencia directa debido a la proximidad comercial y geográfica con Estados Unidos. Desde los años 90, cuando México se integró en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el país comenzó a adoptar regulaciones ambientales más estrictas para las unidades que operaban en su territorio. Esto incluía a las importadas, así como las nuevas producidas en plantas mexicanas.
El cumplimiento de las normativas EPA se ha dado principalmente en el ámbito de vehículos pesados y maquinaria industrial, donde se han implementado las versiones más recientes de los estándares EPA Tier 4, que reducen significativamente las emisiones contaminantes.
Normas Euro: la adopción del modelo europeo
Simultáneamente, México también ha optado por adoptar los estándares Euro, desarrollados en la Unión Europea para vehículos ligeros y pesados.
Las normas Euro, que comenzaron con Euro I en 1992 y han avanzado hasta Euro VI, establecen límites rigurosos en las emisiones de contaminantes, especialmente en NOx y partículas. Estas regulaciones han sido un pilar en la lucha contra la contaminación del aire en muchas ciudades europeas, y México las ha incorporado como parte de sus propios esfuerzos para reducir la huella ambiental del transporte.
La Norma Oficial Mexicana (NOM) en materia de emisiones vehiculares, basada en los estándares Euro, ha sido actualizada a lo largo de los años para alinear las regulaciones nacionales con los avances europeos. En 2006, se introdujeron las primeras regulaciones basadas en Euro IV, y más recientemente, se han implementado estándares de Euro V y VI, que han exigido el uso de tecnología de reducción de emisiones, como los filtros de partículas diésel y los sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) para los vehículos nuevos.
Uno de los mayores retos que enfrentó México al adoptar las normativas EPA y Euro, fue la calidad de los combustibles. En 2009, México comenzó a introducir el diésel UBA, que contiene sólo 15 partes por millón (ppm) de azufre, en línea con los requerimientos de Euro V y EPA Tier 4, donde ya se incluye el Filtro de Partículas (DPF), Sistema de Reducción Catalítica Selectiva (SCR), y la Recirculación de Gases (EGR).
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El impacto ambiental y los retos futuros
La implementación de las regulaciones EPA y Euro en México ha sido fundamental para mejorar la calidad del aire en diversas regiones del país. Según estimaciones, el uso de tecnología más limpia en los motores ha reducido considerablemente las emisiones de NOx, partículas y otros contaminantes, lo que se refleja en mejoras en la salud pública, especialmente en la reducción de enfermedades respiratorias.
Sin embargo, quedan retos por resolver. A pesar de los avances, México aún cuenta con un parque vehicular antiguo, especialmente en el sector del transporte público y de carga, donde persisten vehículos que no cumplen con las normas más estrictas. Además, la transición completa al uso de combustibles limpios sigue siendo un desafío logístico y financiero.
En conclusión, la evolución de las regulaciones EPA y Euro en México ha sido un proceso constante de adaptación a los estándares internacionales y de respuesta a los desafíos locales.
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Acerca de José Gutiérrez. Es el director de Enlace Industrial para NACFE LATAM y socio fundador de la firma de consultoría Highpercons, la cual se enfoca en diseño de estrategias, eficiencia de flotas y manejo óptimo de talleres.
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