Relanzado en 2013, el programa Transporte Limpio es una iniciativa que busca que las flotas de carga y pasaje se afilien de manera voluntaria para construir un autotransporte eficiente, seguro, competitivo y amigable con el medio ambiente.

Para lograr este objetivo, esta iniciativa encabezada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), promueve la adopción de las estrategias, tecnologías y mejores prácticas.

Por ello, el Termómetro TyT evaluó las acciones más relevantes para disminuir las emisiones y el consumo de combustible en las flotas de autotransporte, logrando 246 votos desde la cuenta de Twitter @revistatyt.

En primer lugar se ubicó la conducción técnico-económica, con el 43.9% de la participación, un total de 108 votos a favor.

Esta técnica de manejo –también conocida como Eco-driving– se basa principalmente en el conocimiento de la tecnología que incorporan los vehículos y reporta ahorros de consumo de combustible de hasta 35 por ciento.

Los conceptos más importantes de esta técnica son la operación en la zona verde –la de mayor eficiencia para una unidad, manteniendo un torque alto y un mínimo consumo de combustible–, el triángulo de fuego –el proceso de combustión de los vehículos–, el pie de pluma –una técnica para suministrar la cantidad de combustible adecuada por combustible según la situación–, y la conservación de la cantidad de movimiento.

En segundo en el Termómetro TyT, con el 30.1% de la participación (74 votos) se colocó la selección vehicular. Ésta es la acción de elegir de entre diferentes configuraciones y sus características técnicas, las más aptas para las condiciones en las que operará como: peso máximo de la carga, potencia requerida del motor, ruta y observancia de las normas vigentes.

En este punto, es importante señalar que en algunas empresas de autotransporte en México, la adquisición de un vehículo está basada en recomendaciones o preferencias personales sobre cierto tipo de unidad, más no sobre una decisión técnica.

Según el propio Transporte Limpio, esta estrategia puede brindar hasta 30% de ahorros de combustible.

En tercer lugar se colocó regular la velocidad máxima, con el 14.6% de los votos (36). Esta medida consta de conocer y respetar los límites de velocidad en los que un vehículo tienen un buen rendimiento y menor consumo de combustible. Con ello, los operadores podrán seleccionar la velocidad constante más adecuada para determinada ruta y condiciones de tránsito.

Esta estrategia ofrece entre 5 y 15% en ahorros de combustible.

Finalmente, se encuentra la reducción del ralentí, concentrando el 11.4% de la participación (28). El ralentí consiste en mantener funcionando el motor de la unidad cuando este no está en movimiento, también se le llama marcha en vacío.

Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), se consume un 17% de la energía cuando el motor está operando en ralentí; por lo que señala que buena práctica es disminuir esta operación.

Para Transporte Limpio, reducir el ralentí tiene un potencial de ahorro de combustible mínimo del 5 por ciento.

Este 2019, Transporte Limpio evaluó más de 71,000 unidades, que en conjunto han dejado de emitir 1.6 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y a la mejora de la calidad del aire.