Con la entrada en vigor de la actualizada la NOM-012, que implica el uso obligatorio de GPS para fulles y todas las configuraciones registradas por primera vez a partir del 1 de enero de 2019, los alcances que estos dispositivos tienen en la industria del autotransporte vuelven a estar en el centro de la atención. Enrique Mignon, Gerente de Desarrollo de Negocios de Omnitracs, explica las aplicaciones que tiene esta tecnología y que van más allá de la geolocalización.

Durante su participación en la plática NOM-012 De la A a la Z, realizada por TecTransporte, señaló que no solo se trata de la inclusión de nuevas tecnologías, sino el impacto que tendrá en la eficiencia de las empresas y en la seguridad vial de las carreteras federales.

En su ponencia recordó que la normativa específica, en el numeral 6.1.2.2.4, que estos sistemas deben reportar como mínimo: posición y velocidad debiéndose prever un respaldo de la información que se genere, datos que el permisionario deberá poner a disposición de la SCT y Policía Federal para su consulta.

Al respecto, Mignon consideró que en general, los aproximadamente más de 200 proveedores disponibles en México pueden entregar una solución que brinde estas prestaciones; incluso las armadoras ya están incorporando los GPS de fábrica con estas características.

No obstante, el transportista debe estar consciente de todas las posibilidades que tiene al alcance de un clic. ¿Qué más se puede hacer con un GPS?

“En general, todos los proveedores que ofrecen servicios GPS, en función de las necesidades, al tipo de transporte, tipo de mercancía que lleven, puede poner cualquier cantidad de accesorios: en motor, botón de pánico, sensores de desconexión del remolque, sensores de temperatura, alertas sonoras, voz en cabina, cámaras de video, en fin”, dijo.

Mignon explicó que solventará diversas necesidades en cada segmento del mercado. Así, lo resume:

Transporte foráneo y cruce fronterizo Distribución local y flotas de servicio
Inteligencia de negocios y gestión de datos masivos (big data)
Nuevas normativas: bitácoras, inspección de vehículos, registro público
Regulación y cumplimiento Entregas a tiempo y satisfacción del cliente
Control de costos operativos Planeación y operación de rutas
Escasez de conductores calificados Tráfico y ruteo dinámico
Mantenimientos y tiempos improductivos Gestión de costos operativos
Conectividad y comunicación en tiempo real con el operador
Seguridad vial, hábitos de manejo y score card por operador
Seguimiento de activos y seguridad patrimonial

El experto en la materia prestó especial atención al big data, que puede ayudar a una empresa transportista a analizar en rubros específicos como:

  1. Seguridad patrimonial: prevención en eventos de pánico y sabotaje, accesorios de seguridad, gestión de rutas seguras, kilómetros fuera de ruta, paradas y movimientos no autorizados, registro de incidentes por kilómetro o por viaje, así como un score card por operación y ruta.
  2. Seguridad vial: supervisión de hábitos de manejo, registro de accidentes por kilómetro o viaje, control de los días con incidencia
  3. Administración y gestión financiera: rutas logísticas seguras compartidas entre operadores, porcentaje por kilómetros cargados y vacíos, número de ingresos de backhauls, supervisión de costo total de combustible, nómina como porcentaje de ingresos, costos por kilómetro, costos por promedio por paradas, costos total de la unidad, desviación de costos operativos, optimización por kilometraje recorrido.
  4. Administración de activos: rendimiento por vehículo, horas de trabajo del motor y en ralentí, costos de mantenimiento por kilómetro, parámetros del motor, tiempo fuera de servicio, bitácoras de mantenimiento, cálculo de horas utilizadas contra horas disponibles.
  5. Administración de conductores: tiempo total de servicio, tiempo real de conducción, total de kilómetros por conductor, velocidad promedio y excesos, paradas totales, rendimiento de conductor, tiempos planificados en paradas, rotación de operadores, score card de operador.
  6. Control y gestión de rutas: entregas programadas, realizadas y en tiempo; kilómetros fuera de ruta por conductor y unidad, cumplimento de demanda mensual y estacional.
  7. Satisfacción del cliente: cumplimiento de ventanas de tiempo, secuencias de entregas y rutas, tasa de resurtido de pedidos, tiempo de servicio de entrega, kilómetros y detenciones, entregas fuera de calendario, calidad de entrega, índice de satisfacción del cliente, encuesta de servicio.
  8. Control y gestión de normatividades: administración del transporte de terceros o permisionarios, cumplimiento de bitácoras de manejo, restricción de horarios de servicio, normatividad de pesos y dimensiones, normatividad de especificaciones físico-mecánicas, integración y reportes para entidades de Gobierno.

Mignon calculó que si un GPS reporta cada cinco minutos un evento de posición y velocidad ya programados – 12 eventos por hora – más otros tres ocasionales (vueltas, paradas), hacen un total de aproximadamente 15 eventos por hora que, multiplicados por las horas del día, la semana y los meses; en una flota de 30 vehículos implicaría cerca de cuatro millones de registros que el transportista puede aprovechar para analizar y, en consecuencia, mejorar su operación.