Para consolidarse como la plataforma logística de América Latina, se requiere conocer todas las piezas del rompecabezas que conforman la cadena de suministro. Es decir, el movimiento de mercancías en todos sus ángulos: desde la distribución urbana con vehículos más ligeros, hasta los viajes transatlánticos por barco.

En este último punto, México tiene la gran ventaja de poseer una ubicación privilegiada gracias a su acceso a los océanos Pacífico y Atlántico, donde ha establecido un total de 117 puertos y terminales, 59 de ellos en el Golfo de México y el mar Caribe, y 58 hacia el Pacífico.

De hecho, de los 32 estados de la República Mexicana, 17 tienen apertura al mar y representan el 56% del territorio nacional. En estas entidades, 150 municipios presentan frente litoral y constituyen aproximadamente el 21% de la superficie continental del país.

La longitud de costa —sin contar la correspondiente a las islas—, es de 11,122 kilómetros; en el Pacífico y Golfo de California son 7,828 kilómetros y 3,294 en el Golfo de México y el mar Caribe.

Capitán en mar y tierra

En México, la Coordinación de Puertos y Marina Mercante —parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)—, es la encargada de desarrollar los sistemas portuarios integrales y vincularlos con los centros de producción y demanda nacionales; todo ello respaldado por un transporte marítimo moderno y suficiente.

Dentro de esta dependencia, la Dirección General de Fomento y Administración Portuaria es la institución responsable de coordinar e impulsar el desarrollo del sistema portuario nacional desde las 16 Administraciones Portuarias Integrales (API), que están bajo la competencia de la SCT.

Ésta busca estimular el transporte de bienes y pasajeros por mar, propiciar la disminución de costos del comercio vía marítima y facilitar el acceso de empresas al mercado internacional.

Asimismo, ha trabajado para coordinar a las empresas paraestatales federales para que administren una logística ágil, multimodal y moderna; por lo que ha vinculado el sistema portuario a tres corredores económicos del país: Mexicali, Guaymas, Topolobampo, Mazatlán, Altamira y Tampico, en el norte; Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Tuxpan y Veracruz, en el centro; y Salina Cruz, Puerto Chiapas, Coatzacoalcos, Dos Bocas y Progreso, en el Istmo de Tehuantepec.

Cuarta Transformación a la vista 

Héctor López Gutiérrez, nombrado Coordinador de Puertos y Marina Mercante en este sexenio, dijo que el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador también se reflejará en las APIs del país, a fin de que sean empresas desarrolladoras de negocios e identifiquen potenciales inversiones en las que participen los jóvenes.

El funcionario explicó que, de acuerdo a la vocación de las entidades portuarias, definida por la zona donde se ubican, se impulsarán proyectos productivos con inversión pública y privada, nacional y extranjera.

La nueva administración federal, dijo, sabe de la importancia de la participación de los Gobiernos estatales y municipales en la promoción en el extranjero para atraer inversionistas y ofrecer facilidades para la instalación de parques industriales en estas zonas.

Para el cumplimiento de esta meta, será fundamental la cooperación de las propias empresas que operan en las APIs, las cuales conocen muy bien su negocio y las necesidades de ampliar sus mercados para atraer industrias que complementen el desarrollo portuario.

¿Cómo navegaron las APIs en 2018?

Datos de la SCT revelan que en el Sistema Portuario Nacional, el petróleo y sus derivados fueron las mercancías más movilizadas por el sector marítimo durante el año pasado. Tan solo en los primeros once meses de 2018, se manejaron 118 millones 460,413 toneladas, concentrando el 40.6% del total del país. El resto de participación se dividió en:

  • Granel mineral: 23.9 por ciento.
  • Contenedores: 16.9 por ciento.
  • Carga general: 8.7 por ciento.
  • Agrícolas: 5.6 por ciento.
  • Fluidos diferentes al petróleo: 4.3 por ciento.