La producción y exportación de autos agudizaron su caída en febrero, en un contexto de escasez mundial de semiconductores y desabasto energético en el país, factores a los que se suman los efectos de la pandemia en la economía.
En febrero pasado, la producción de vehículos ligeros en el país fue de 238,868 unidades, 28.9% menor respecto a igual mes de 2020, y superior a la contracción de 15.1% marcada en enero pasado.
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Se trata del menor nivel de producción, para igual mes, reportado por las armadoras en 10 años, ya que en 2011 el desempeño fue de 195,195 autos fabricados, de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En este contexto, las exportaciones cayeron 21.8% anual a 213,987 autos durante el mes pasado, en enero la caída fue inferior, de 6.37 por ciento.
En este caso, se trata del menor nivel de exportación para un mes de febrero desde 2014, cuando los envíos fueron de 197,504 unidades.
En su comparación mensual, la producción cayó en febrero a un ritmo de 14.3% y las exportaciones lo hicieron en 4.27 por ciento, según cifras del Inegi.
En los dos primeros meses de 2021, la industria automotriz establecida en el país produjo 517,579 unidades.
Al comparar su desempeño con igual lapso de 2020, se trata de 146,214 vehículos menos o una contracción anual de 22.03 por ciento.
Entre enero y febrero fueron exportados 437,520 autos, 74,863 unidades menos respecto a igual periodo de un año atrás o una baja anual de 14.6 por ciento.
Desde el arranque de año, las armadoras del país vieron afectada su producción, principalmente, por el desabasto mundial de semiconductores –que se instalan en distintos puntos de los vehículos–.
Ya en febrero, la industria automotriz tuvo un segundo golpe en su actividad: los apagones eléctricos y el desabasto en el suministro de gas natural provocados por la intensa tormenta de nieve en Texas.
Estos factores provocaron paros técnicos y recortes en la producción de la industria automotriz, se prevé que la escasez de chips presione en desempeño del sector durante la primera mitad de 2021.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) adelantó en febrero que la falta de chips afectará la producción de vehículos en México en la primera mitad del año; sin embargo, dijo que es temprano para hablar de la magnitud del impacto.
Mientras que, los efectos del desabasto energético –apagones, cambios de voltaje y suministro de gas natural– pesarán de forma prolongada en la manufactura, y la pone frente al reto de recuperar la inactividad, de acuerdo con la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra).
