Si bien la cadena de suministro relacionada con la industria de alimentos y bebidas se había enfocado por años solo a eliminar costos, hoy se está volviendo más importante que nunca la planificación y la ejecución eficiente para la distribución en este sector. 

Así lo señala Valentina Bustos, experta en producto de Samsara, quien agrega que con la fragilidad que han mostrado las cadenas de suministro globales en los últimos años, los expertos recomiendan a los gerentes y responsables de la logística el pensar más allá de los costos del producto, especialmente en esta industria.  

Durante el webinar “Distribución de alimentos: maximizando la rentabilidad en tiempos de incertidumbre”, señaló que los desafíos en la distribución en este sector se dividen en tres rubros:

  • En el suministro: con la fluctuación en la disponibilidad de materia prima, escasez de materiales o atrasos en la entrega de estos materiales. 
  • En la logística y el transporte: donde por un lado persiste el déficit de conductores y, por otro, la inflación y otros factores han provocado incrementos en los costos de operación; incluso se percibe retrasos en el movimiento de cajas, especialmente en el comercio con Estados Unidos.

En este renglón, Valentina Bustos alertó que se está restringiendo el número de equipos disponibles para la gestión en las empresa, lo que demanda mayor se requiere más planificación. 

Asimismo, se han detectado problemas de acumulación de inventario en los almacenes.

  • En la demanda: pues con la recesión y la inflación habrá un mayor una mayor sensibilidad a los precios: “La incertidumbre de lo que viene crea ansiedad y esto genera cambios de hábitos”, señala. 

¿Por qué es necesario tener en cuenta estos aspectos en la distribución de alimentos? Bustos comenta la importancia de aumentar la seguridad, la eficiencia y la sustentabilidad de las operaciones que impulsan la economía global y esto tiene que ver directamente con la distribución de alimentos.

“Estos factores nos hablan de tiempos de incertidumbre, de cambios, pero también pueden ser momentos de oportunidades, lo que se hace más importante es saber dónde estarán los desafíos y cómo construir resiliencias”, comparte. 

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La especialista comparte las recomendaciones para enfrentar dichos obstáculos:

  • En el suministro es necesario invertir en tener más visibilidad y mapear los componentes críticos de la distribución, es decir, detectar cuáles materias primas o procesos de logística son fundamentales y que pueden conllevar a una interrupción en la producción. 

Bustos señala que las empresas pueden prepararse detectando estos componentes y trabajando con proveedores locales.

  • En la logística y el transporte recomienda colaborar con pares del sector, toda vez que es posible negociar condiciones particulares en las entregas en los almacenes o colaborar en procesos de distribución: “Encontrar cuáles son mis fortalezas y del otro y cómo podemos colaborar para hacernos más resilientes”, expresa.
  • En la demanda inconsistente, y con miras a brindar más opciones al cliente, comenta que las empresas más grandes también pueden continuar invirtiendo en su modelo ominicanalidad, esto implica la creación de múltiples canales de distribución de productos, incluida una combinación saludable de tiendas físicas tradicionales, puntos de recogida y formato eCommerce, lo que hace que la red de distribución sea más resistente al brindar a los clientes varias opciones.

Sobre las interrupciones de la demanda, como medida inmediata, sugirió que las empresas proporcionen visibilidad de principio a fin a sus clientes: “Esto implicaría un seguimiento desde el momento que hace el pedido hasta la entrega del producto, lo que promueve el sentido de confianza y de cooperación entre los clientes y el proveedor, hace sentir al cliente más seguro de con quién está trabajando”.

Destaca que las flotas deberán asegurar a sus consumidores que los productos se manipulan de manera segura e higiénica a lo largo de toda la cadena.

¿Qué sigue?

Para que estas recomendaciones se hagan realidad, Valentina Bustos hace un llamado a evitar un enfoque rígido en la toma decisiones donde pasan meses de recopilación de datos, de modelado e implementación: “En un entorno volátil con necesidades de los clientes en constante cambio, reaccionar rápidamente es fundamental para garantizar que la red de suministro sea receptiva, flexible y eficiente”, opina. 

Asimismo, señala que las empresas tienen que aumentar la capacidad de sus colaboradores para resolver problemas, es decir, darles las herramientas que les permitan pasar rápidamente a procesos alternativos y reaccionen ante situaciones anormales, evitando una parálisis en la cadena.

En este sentido, aumentar la flexibilidad dentro de la distribución está muy relacionada con la digitalización de las operaciones para: contar con información en tiempo real, reducir los plazos de entregas identificando rutas críticas, fortalecer las relaciones con los clientes a través de la visibilidad de procesos, mantener relaciones de colaboración entre proveedores y clientes para identificar problemas de manera temprana, optimizar la gestión de inventario y mantenimiento.

La tecnología desarrollada por Samsara puede dar respuesta a estas necesidades y optimizar la distribución la industria de alimentos y muchas más, pues cuenta con la experiencia de más de 20,000 clientes en el mundo y más de un millón de dispositivos IoT instalados.

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