En el contexto del Día Internacional del Aire Limpio, la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) expuso que la antigüedad de la flota de vehículos de carga y pasaje pone a la renovación vehicular como uno de los grandes retos para mejorar la calidad del aire en el país.
Durante el foro Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la ANPACT, expuso ante autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), miembros de la Organización las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la situación que vive México respecto a la antigüedad del parque vehicular.
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Informó que la edad promedio de 687,380 vehículos de carga y pasaje, registrados ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), es de 18.4 años, de los cuales 270,827 requieren renovación.
Es decir, el 39% del parque vehicular al servicio de la carga y el transporte público son importantes emisores de contaminantes, motivo que convierte a la renovación en uno de los grandes retos del país para contribuir al cuidado del medio ambiente.
Gran parte y la flota más antigua –no es regla– tiende a ser del micro y pequeño empresario. Entonces es importante apoyar al micro y pequeño empresario a que pueda sustituir una nota antigua por una más nueva y de esta forma puedan impactar considerablemente a la reducción de emisiones”.
Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la ANPACT.
Expuso que la pandemia llegó para agudizar la falta de renovación de flota, en especial para el transporte de pasaje, pues la reducción de la movilidad, un menor movimiento en las ciudades, puede impactar de forma positiva la emisión de contaminantes en el corto plazo.
Sin embargo, los menores ingresos y la reducción del aforo en el servicio puede poner en riesgo la renovación de flota de los concesionarios en el corto, mediano y hasta largo plazo.
El Presidente de ANPACT reiteró su propuesta integral para impulsar la renovación de flota en México, la cual consiste en estímulos verdes, financiamiento, la profesionalización de cómo manejar un negocio rentable, para poder modernizar las unidades.
A lo anterior se suma un marco regulatorio actualizado y bajo supervisión para tener mejores resultados en la práctica.
Añadió que los fabricantes de vehículos pesados invierten muchos recursos para poder generar nuevas tecnologías, como los motores que usan Diesel de Ultra Bajo Azufre (DUBA), biocombustibles, gas natura, así como vehículos híbridos, con celdas de hidrógeno y eléctricos.
La solución para México y muchos países es una combinación de este uso e tecnologías y conforme se acelere el uso de las materias vamos a ver, tal vez, más vehículos eléctricos o de hidrógeno, pero la mayor parte de las emisiones vienen de los vehículos antiguos”.
Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la ANPACT.
Maria Luisa Albores, titular de la Semarnat, sostuvo que la dependencia que encabeza trabaja en la promoción y sustitución de energías más limpias y eficientes para las fuentes móviles.
Expuso que con el Programa Transporte Limpio se promueve una transición sustentable del transporte de carga en México, además de que se trabaja en la simplificación y digitalización de trámites ambientales.
A lo anterior se suma la elaboración y actualización de las normas que regulan las emisiones contaminantes provenientes de las industrias y los vehículos.
En su turno, Kate Blumberg, directora del Consejo Internacional de Transporte Limpio de América Latina, manifestó que México tiene la fracción más elevada de mortalidades atribuible al sector transporte.
La especialista advirtió que el país tiene retrasos en las normas de emisiones de vehículos ligeros y pesados. “Necesitamos modificar la NO-044 y la NOM-016 para eliminar el requisito de 100% de DUBA en el país y mejorar la distribución, etiquetado del combustible disponible”, dijo.