Tras registrar huelgas en más de 40 empresas maquiladoras en Matamoros, Tamaulipas, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y de Exportación (Index) estima una pérdida de 50 millones de dólares por día y afectaciones a más de 40,000 empleos de la región.

El conflicto, que inició desde la semana, se detonó por demandas de incrementos y bonos inaceptables e imposibles de asumir por parte de la mayoría de las empresas afectadas; esto, señaló el sector empresarial, a partir de una interpretación errónea por la publicación del decreto del aumento al Salario Mínimo establecido para la zona fronteriza.

Debido a las pérdidas, el sector privado – representado por el CCE, la CONCAMIN, Index, la AMIA y la CANACERO – instó al Gobierno federal, en especial a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Secretaría de Gobernación y al Gobierno de Tamaulipas, a trabajar conjuntamente para resolver el conflicto laboral que pone en riesgo la continuidad de proyectos empresariales y la economía.

En comunicado conjunto, los organismos explicaron que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje declaró incompetencia para 13 empresas del sector automotriz y las turnó a la Junta Federal; asimismo declaró huelga inexistente en 16 empresas adicionales, lo que implica que deben reiniciarse las actividades.

Sin embargo, apuntó, grupos de personas ajenas a los sindicatos, y con intereses no claros, han estado bloqueando el acceso de los trabajadores y el restablecimiento de los trabajos.

Alertaron que tras varios días de huelga, una parte de las empresas han debido aceptar las altas demandas, a fin de no incumplir con los contratos asumidos como proveedores de la industria automotriz – en muchos casos de carácter internacional – lo que traería consecuencias desastrosas para la propia continuidad de la fuente de trabajo.

“El conflicto aún persiste en una gran cantidad de empresas, lo que pone en jaque la continuidad de los proyectos productivos, el dinamismo de la economía y la generación de empleo de la región”, señalaron.

Los empresarios hicieron un enérgico llamado a las autoridades federales y estatales para mediar en la consecución de acuerdos razonables y equitativos, y de esta manera proteger y promover el empleo.

“Los instamos a colaborar para que se eviten interferencias de actores ajenos al conflicto, sindicatos o grupos que persiguen fines individuales o políticos, y que no deben inmiscuirse en el diálogo entre cada empresa y sus trabajadores” finalizaron.