A una semana de que entre en vigor la norma de tiempos de conducción y pausa en el autotransporte, tal parece que sigue habiendo dudas y pendientes sobre su completa adopción en todo el territorio nacional.

Por un lado, hay transportistas que y se prepararon y están ofreciendo servicios con doble operador, otros que ajustaron sus horarios y rutas y los que han logrado buenas negociaciones con sus clientes para extender u optimizar los periodos de carga y descarga y cumplir con los tiempos de la norma.

Pero por otro, hay ciertas necesidades e implicaciones de la norma que no han quedado resueltas y, al parecer, no estarán listas una vez que llegue el día.

Platicamos con Enrique González Muñoz, presidente nacional de la CANACAR, y nos dijo que, como siempre, la cámara es respetuosa del marco legal y promotora de las buenas prácticas en el sector.

Sin embargo, el tema de los paraderos seguros sigue sin resolver el principal problema del gremio: la inseguridad.

“La Policía Federal nos pasó un listado de espacios considerados como paraderos seguros, pero lamentablemente la gran mayoría no cumplen con los requerimientos mínimos para el transporte, empezando por el más importante que es la seguridad”.

Y tampoco es que se requieran tantos espacios, aclaró, pues la CANACAR ha comunicado en diversas ocasiones sobre los puntos críticos, las rutas más inseguras e, incluso, sobre los horarios con mayor riesgo e incidencias, de tal manera que las autoridades tienen muy claro este tema, pero no han resuelto el robo en carreteras.

Particularmente el denominado triángulo rojo entre Puebla, Veracruz y Estado de México, o en la zona de las Cumbres de Maltrata y algunas regiones de Michoacán son las que requieren mayor atención, ya que muchas rutas del centro hacia el norte pudieran ser menos riesgosas y hacia el sureste todo lo contrario.

Además de los retenes, donde hoy, en San Luis Río Colorado, un operador puede tomar en promedio tres o cuatro horas para atravesar y, casos en los que llegan a ser 15 horas.

“Los operadores no descansan, no avanzan y el tiempo sí pasa, de tal manera que hacen falta criterios para saber qué, cómo, cuándo o bajo qué circunstancias será considera que el operado está cumpliendo con los tiempos establecidos. Eso es lo que hace falta: criterios para saber cómo va a aplicar en determinadas circunstancias”.

Y también el riesgo de la improductividad, ya que para cumplir con la norma y evitar incidentes de robo, algunas flotas ya están evitando viajes nocturnos en trayectos determinados, pues, una vez, no hay garantías para su seguridad.