Ante las dudas que rodean a la modernización de la vía Monterrey – Nuevo Laredo, concretamente en el tramo del kilómetro 26 a La Gloria, el ayuntamiento de Nuevo Laredo, autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) e iniciativa privada, convocaron a una reunión para aclarar en qué consiste este proyecto.

En este espacio se externó la necesidad de esta obra debido al aumento del flujo vehicular en la región. Ésta consiste en hacer una nueva carretera tipo A2, la cual tendrá mayor calidad que la actual tipo C2 y será más segura.  La autopista de cuota que se localizará en este tramo con material de concreto hidráulico, de una duración de 30 años, tendrá un peaje aproximado de 84 pesos por circular 50 kilómetros.

De manera adicional, se dará una rehabilitación a la actual carretera. Así, se dará la opción de transitar por la autopista libre hasta La Gloria, o utilizar la de cuota, la cual tendrá una inversión cercana a los 2,700 millones de pesos y contará con servicio de cámaras de seguridad.

Al respecto, Eduardo Lozano, Delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) en Nuevo Laredo, señaló que de no construirse esta nueva vía, el progreso de dicha ciudad se detendrá gradualmente. Asimismo, pidió a la ciudadanía en general, así como a funcionarios públicos, no obstaculizar el proyecto.

Lozano explicó que en el 2015 algunos grupos de la iniciativa privada, entre ellos CANACAR y la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, enviaron una carta a la Presidencia de la República solicitando la modernización de la carretera Monterrey – Nuevo Laredo, y ahora que se otorgado el proyecto se da una gran oportunidad de competitividad en materia de comercio exterior.

Por su parte, José Manuel Suárez López, empresario transportista local, mencionó que con la rehabilitación del camino existente y la nueva vía se contarán con dos opciones al tránsito que permitirán ahorrar tiempo y proporcionar seguridad.

Yahleel Abdala Carmona, diputada federal, explicó que este proyecto, que culminaría en octubre de 2018, ayudará a eliminar en 90% los accidentes carreteros en este trayecto.

Enrique Rivas, presidente Municipal neolaredense, fue claro al manifestar que existe la posibilidad de que se venga abajo el proyecto si la comunidad no permite que se realice la carretera, ya que no hay obligatoriedad por parte del Gobierno Federal, ni del concesionario.

“El riesgo que existe, es que el concesionario, como ya cuenta con la autorización del proyecto, pudiera optar por hacerlo en el tramo de La Gloria a Colombia, para dar cauce a un recurso y una autorización que ya tiene, lo que favorecerá y mejorará el flujo vehicular en ese tramo carretero de Nuevo León, y, provocaría que disminuyeran las participaciones para Nuevo Laredo”, explicó el munícipe.