El hombre-camión se enfrenta a la falta de oportunidades para adquirir financiamiento de la banca de desarrollo, con intereses que alcanzan el 17.5% y la disponibilidad de 1,000 créditos al año en una economía que demanda una oferta 15 veces superior.
Nacional Financiera (Nafin) cuenta con un programa dirigido a las micro y pequeñas empresas transportistas con un interés máximo de 16% para unidades nuevas y de 17.5% para las seminuevas, mientras que en la banca comercial y las distribuidoras las tasas anuales oscilan entre el 12% y 14 por ciento.
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Al respecto, Elías Dip Ramé, presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), sostuvo que, “Nafin desafortunadamente nunca ha ofrecido un interés blando” y ante el contexto de bajas en la tasa objetivo del Banco de México (Banxico), expuso que debería ajustar sus intereses a niveles no superiores al 6% y 7 por ciento.
Así, el hombre-camión se enfrenta a una tasa de interés aplicada al financiamiento de alto riesgo, y que va en contra de sus necesidades económicas e ingresos, en especial en medio de la crisis sanitaria y económica provocada por la COVID-19 que lo mantiene operando al 50% de su capacidad.
A esto se suma la escasez de financiamiento por parte del Gobierno federal. Este 2020, Nafin y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ofertaron un estimado de 1,000 créditos dirigidos, principalmente, al hombre-camión, quien al cierre de 2019 estaba al volante de 81.1% de las empresas del autotransporte de carga federal y de 87% de las empresas de transporte turístico.
Estos datos de la dependencia a cargo de Jorge Arganis Díaz Leal revelan que el hombre camión opera 297,509 vehículos al servicio federal de autotransporte de carga y turismo, una cuarta parte del total registrado a 2019. Sin contar a las pequeñas empresas, quienes también tienen necesidades de renovación.
Un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y otros miembros de la industria automotriz, reveló que a 2017, la demanda de renovación de vehículos pesados en México era de entre 11,000 y 15,000 unidades al año, es decir, 15 veces superior a la oferta de Nafin.
“Mil créditos es poca cosa, y más cuando en anteriores ocasiones esos créditos o incentivos no llegan al hombre-camión”, expresó Rafael Ortiz Pacheco, presidente Nacional de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC).
Hoy contamos con más de 500,000 unidades que requieren entrar a chatarrización y podemos empezar a contar con los vehículos que se dedican al transporte de turismo, que son los que tienen más años modelo y siguen trabajando”.
Rafael Ortiz Pacheco presidente de AMOTAC.
Detalló que 85% de los vehículos que ofrecen el servicio de turismo no cumplen con los requisitos de año modelo, por lo que ya necesitan renovarse.
Añadió que estos vehículos pesados están en manos del hombre-camión, y una pequeña parte en manos de las corporaciones de grandes de transportistas, quienes sí tienen posibilidades de acceder a financiamiento de la banca de desarrollo y la comercial.
Sobre la situación, Max Daniel Revuelta, profesor de la Facultad de Ingeniería de La Salle, consideró que las elevadas tasas de interés ofrecidas para el hombre-camión no son más que “un plan que nadie va a querer”.
Adicional, dijo, la oferta de 1,000 créditos refleja la austeridad que se vive en la administración federal, enfocada en cumplir sus proyectos de infraestructura insignia, así como los programas sociales, como las pensiones a adultos mayores y le programa de Jóvenes construyendo el futuro.