Un motor para camiones de autotransporte puede desarrollar hasta 2,500 libras pie de torque y hasta 600 caballos de fuerza y, sin problema, puede cargar casi 100 toneladas, pero para lograrlo, sin duda, requiere un buen anticongelante. 

Y es que al tratarse de vehículos con una operación tan severa, la temperatura a la que trabajan se convierte en un tema medular para garantizar su óptimo funcionamiento, y para esto no es suficiente la circulación del aceite lubricante.

El anticongelante, en este sentido, entra al rescate, ya que permite que el viento que golpea al tractocamión haga una sustitución térmica dentro de todos los componentes del motor.

Pero, ¿cómo funciona? De acuerdo con especialistas de Bardahl, un motor diésel es una máquina de cuatro tiempos que se aprovecha de las condiciones de la termodinámica, así como de la composición química del combustible. 

¿La finalidad?, generar una explosión gracias a la expansión del oxígeno y, al momento de encenderse, mover elementos del motor, para accionar el movimiento completo del motor, la transmisión y las llantas.

Durante el movimiento del pistón hacia arriba, cuando el cilindro está lleno de combustible atomizado y partículas de oxígeno, comienza a generar compresión, es decir, a compactar la mezcla. Y para esto es fundamental el anticongelante. 

Cuando esto sucede, entre las partículas comienza a generar movimiento,ya que se excitan y provocan que la temperatura comience a subir dentro del cilindro y por su cuenta, se genere la explosión sin el apoyo de una bujía de chispa directa. 

En este caso, cuando el bloque del motor del tractocamión se encuentra muy frío no permite que el combustible llegue a la temperatura y, por lo tanto, no podrá generar la explosión por su cuenta y hace uso de una bujía incandescente para lograrlo.

El anticongelante ideal para motores diésel

Al igual que en un auto con motor de gasolina, el líquido anticongelante tiene la tarea de circular por todo el motor haciendo una tarea de balance térmico. 

En pocas palabras, enfriar el metal del bloque del motor cuando entra en contacto con el aluminio o el acero, y posteriormente pasar por un radiador, que está directamente expuesto al viento. 

El anticongelante baja la temperatura, sin embargo, enfriar demasiado un motor no es bueno para un motor diésel.

Cuando un tractocamión circula por condiciones climáticas muy frías, la temperatura del anticongelante será muy baja y esto hará una reacción en cadena que puede afectar el desempeño del motor diésel. 

Para estos casos, el refrigerante para camiones diésel está compuesto químicamente para que su temperatura no baje o se eleve tan rápidamente como otros anticongelantes. 

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Así, el rango de temperatura se mantiene de tal manera que la reacción química dentro de los cilindros puede ocurrir.

Y en este contexto, Bardahl enlista otros beneficios del anticongelante para camiones diésel:

  1. Tiene una vida mayor que un anticongelante normal de hasta 3000 horas y/o 240,000 kilómetros.
  2. Es compatible con otros refrigerantes hasta un 20%, ya que, a una mezcla mayor, disminuye sus propiedades y beneficios.
  3. Protección a todos los metales que conforman al motor y su sistema de enfriamiento gracias a los nitritos dentro de su formulación.
  4. No forma geles con aguas duras.
  5. Baja tendencia a la formación de espuma que puede provocar cavitación y corrosión acelerada.
  6. Alto poder lubricante sobre la bomba de agua, alargando la vida de esta. Protección para toda época del año, para usarse en cualquier clima.
  7. Mínimas pérdidas por evaporación, reduciendo rellenos frecuentes.
  8. Excelente compatibilidad con sellos y mangueras, protegiendo el agrietamiento y la rotura de éstas.

De esta manera queda claro que no es lo mismo enfriar el motor de un tractocamión que un auto ligero, por lo tanto, el anticongelante no debe ser el mismo.