En los últimos 30 años, el autotransporte ha sufrido una serie de cambios que lo han colocado como el sector que moviliza el 56% de la carga a nivel nacional y aporta el 5.6% del PIB mexicano.
Sin embargo, en tiempos recientes ha enfrentado desafíos que van más allá del gremio y, a través de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), se han creado sinergias con otros organismos del sector y autoridades para solventarlos.
Uno de ellos es la ascendente estadística de robo al transporte de carga en carreteras federales. Y es que, a partir de 2015, este delito ha mantenido una tendencia al alza superior al 10% interanual.
Por ello, en 2017, teniendo como presidente a Rogelio Montemayor, la Cámara encabezó la gestión con el Poder Legislativo para hacer del robo al transporte de carga un delito federal, situación que quedó oficializada en una publicación en el DOF el 21 de febrero de 2018.
Posteriormente, como parte de la estrategia de la Cuarta Transformación, desde el Legislativo se promovió elevar nueve delitos a calidad de graves, incluyendo el robo al transporte de carga. Este año, las Cámaras de Diputados y Senadores, así como 22 Congresos locales, avalaron que este acto amerite prisión preventiva oficiosa.
Otro de los grandes desafíos que el autotransporte enfrenta es el déficit de operadores. Desde sus inicios, la CANACAR procuró profesionalizar empresas y a su capital humano: el conductor. Y, en un principio, promovió una alianza con el CONALEP para crear una carrera técnica para esta actividad; no obstante, el organismo no encontró eco en esta institución y tocó puertas en los Centros de Formación para el Trabajo.
La actual administración de la Cámara, liderada por Enrique González, busca establecer 20 centros de capacitación en el país a través de las sinergias que ha acordado con instancias educativas de Gobiernos estatales y entablando contacto con la administración de Andrés Manuel López Obrador para sumarse al proyecto “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
A 30 años de distancia, de enfrentar estos desafíos, de ser impulsor y parte de la profesionalización, de recorrer miles de millones de kilómetros, la CANACAR reafirma su compromiso de revolucionar al autotransporte mexicano como lo hizo desde su nacimiento.
