Frente al lento crecimiento de la economía y la actividad industrial en las últimas tres décadas, y tomando en cuenta los cambios y tendencias que dominan el entorno internacional, México debe abrir una fase novedosa para su desarrollo, a partir de una clara y solida política industrial que permita elevar la competitividad del sector fabril, además de innovar, conservar y ampliar las fuentes de empleo en el sector formal.

Así lo considera la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), organismo que considera necesario definir una auténtica estrategia de desarrollo e industrialización, con rumbo, objetivos e instrumentos precisos y eficaces, para acelerar y mantener el paso de la economía, conservando la estabilidad macroeconómica.

 

“Sin ella, nuestra economía seguirá a flote, pero con paso lento y crecientes rezagos”, sentencia.

 

Ante este contexto, la CONCAMIN sugiere cinco líneas estratégicas:

 

  1. Crecimiento económico y productividad

 

Establecer como objetivo acelerar el crecimiento del PIB, para pasar del 2.3% al 5% anual en función de una competitividad industrial sistémica.

 

  1. Política industrial de Estado

 

Definir y alinear objetivos, normas, políticas, estrategias y recursos encaminados al fomento, desde la administración pública, del sector industrial del país. Entre otras acciones se contempla: generar programas de desarrollo industrial a nivel sectorial y regional; elevar las compras e inversiones de gobierno con contenido nacional a, por lo menos, un 50% en promedio (sin contar la parte laboral).

Incrementar el contenido nacional de las exportaciones, para pasar del 30% al 40% en los siguientes seis años; aumentar las capacidades productivas de las pyme y fomentar la creación de empresas proveedoras de insumos intermedios y bienes de capital; acelerar las Zonas Económicas Especiales, con perfil industrial; lograr un incremento sostenido del salario; crear la Alianza por la Educación Industrial para la Integración Social y el Desarrollo Competitivo de México; crear el Instituto de Desarrollo y Transferencia Tecnológica, Innovación e Ingeniería en Manufactura.

 

  1. Financiamiento

 

Para contar con un brazo financiero que promueva el desarrollo industrial, se propone la creación de una Banca de Desarrollo Industrial que dé viabilidad al padrón de proyectos industriales estratégicos de inversión.

 

  1. Sector manufacturero

 

Transitar a la transformación y generación de valor agregado. Se agotó el beneficio de los bajos costos laborales y la ubicación geográfica. La cuarta revolución industrial, la robotización y la automatización han creado nuevos diferenciales productivos en las naciones asiáticas con las que México compite.

Por eso se debe promover la inversión privada en manufacturas, hasta alcanzar por lo menos de un 15% como proporción del PIB para el 2030.

 

  1. Mejora regulatoria

 

Reducir, en seis años, el costo de la carga regulatoria del actual 3.5% a 2% del PIB e instrumentar una política económica que garantice “suelo parejo” a las empresas mexicanas respecto de los beneficios que contienen las importaciones y maquiladoras.

“Los industriales de la CONCAMIN tenemos una visión clara de nuestra responsabilidad, compromiso y contribución a la gran tarea nacional a favor del desarrollo económico y social. Nuestra propuesta a favor de una Política Industrial Globalmente Productiva, Competitiva y de Inclusión Social, acredita nuestra disposición para mantenernos como activos promotores del progreso nacional y nuestra convicción a favor del trabajo que permita hacer realidad los anhelos y aspiraciones de todos, porque solo así podremos ofrecer una mejor calidad de vida a los hogares mexicanos”, señaló el organismo empresarial.