Las unidades dedicadas a prestar servicio turístico en México tienen requerimientos muy particulares que no comparten con el resto de las modalidades de transporte de personas, uno de los principales es que, la edad delimitada para los autobuses en general es de 10 años, lapso en el que los vehículos dedicados a esta actividad acumulan muy pocos kilómetros, alrededor de 5,000 al mes, mientras que un autobús regular, recorre cerca de 20,000.

En este sentido, Rubén Domínguez, presidente de la Alianza Nacional de Transportadoras Turísticas (ANTT), precisó que es necesario dialogar con las autoridades para solicitar que las unidades dedicadas a esta labor sean regidas bajo otros parámetros.

Explicó que, en lo referente a los requerimientos que comparten con los fabricantes de autobuses, está el de solicitarles el diseño de pólizas de mantenimiento enfocadas en sus necesidades, pues si bien no recorren grandes distancias, los motores de sus unidades sufren desgaste por estar mucho tiempo en ralentí, pues mientras realizan sus recorridos turísticos es necesario tener encendido el aire acondicionado, incluso mientras la unidad está detenida.

Como parte de los retos, el representante de las transportadoras turísticas explicó que, en las administraciones anteriores la labor que realizan ha contando con el respaldo de las autoridades, lo que en conjunto, les ha permitido fomentar el turismo nacional. No obstante, explicó que será necesario establecer la relación ahora con el nuevo gobierno, tanto a nivel federal como estatal y municipal.

Otro de los grandes desafíos a los que es necesario hacerle frente es al incremento de la inseguridad, lo cual ha traído consigo una disminución del turismo en algunas entidades y el aumento en las pólizas de seguro.

El elevado precio del combustible también ha causado graves afectaciones en sus costos operativos, al respecto, Rubén Domínguez señaló que una de las iniciativas que tienen para amortiguar los incrementos es que las empresas se unan para instalar estaciones de autoabasto regionales.

La competencia desleal, dijo, es otra de las problemáticas que causa estragos a las transportadoras turísticas formales, pues mientras ellas se esfuerzan para ofrecer una atención de calidad, con personal capacitado, operar legalmente y garantizar la seguridad de los turistas, hay otros prestadores de servicio que trabajan en la irregularidad con precios más bajos, pero sin cuidar las condiciones de sus vehículos ni velar por la seguridad de sus usuarios.

Explicó que, a pesar de que este sector no acusa la falta operadores, sí es necesario asegurarse de contar con conductores bien capacitados, honestos y dispuestos a replicar la calidad, confianza y seguridad en sus actividades cotidianas.