Luego de las diversas opiniones vertidas por integrantes del sector privado en torno a las condiciones de seguridad del país, el Gobierno federal reconoció que el incremento en los índices delictivos representa un problema que afecta profundamente a la sociedad mexicana.

Las causas son variadas, dijo, pero en mucho se explican por la diversificación de actividades delincuenciales de organizaciones dedicadas, en un principio, al comercio de droga y con intereses también por la extracción ilegal de combustible, lo que comúnmente se conoce como huachicoleo.

Es por eso que particularmente 2017 resultó con un crecimiento inusitado en índices delictivos de alto impacto en diversas regiones del país.

A través de un comunicado, la Secretaría de Gobernación explicó que los altos índices delictivos están relacionados con la participación, en algunos casos forzada o inducida, de miembros de diversas comunidades, que han sido utilizados para generar barreras que obstaculizan la acción policiaca en la detención de personas que cometen ilícitos como el robo a transporte en carreteras y a trenes de carga.

Lo anterior, generado en un contexto de debilitamiento de algunas estructuras institucionales en distintos niveles de Gobierno, sean municipales, estatales o incluso federal.

Frente a este panorama, donde el Congreso de la Unión y la Suprema Corte de la Nación no han resuelto temas fundamentales en materia de estructura orgánica de policías municipales y estatales, así como límites en la participación del fuero castrense en materia de seguridad pública, el Gobierno federal implementó el operativo Escudo-Titán, a fin de mejorar los niveles de coordinación.

Algunos de los principales resultados son el aseguramiento de 273,000 litros de diésel, dos millones de litros de gasolina, 292 tomas clandestinas de combustible y fueron localizadas 1,513 vehículos con reporte de robo, recuperados y puestos a disposición de aseguradoras o sus legítimos propietarios.

Por otro lado, en un operativo implementado por la Policía Federal, en coordinación con Pemex, en la refinería de Salamanca, Guanajuato, se ha logrado inhibir el robo de combustible.

En este mismo sentido, en el municipio de San Martín Texmelucan, Puebla, se capturó al líder de la principal organización criminal dedicada a la extracción ilegal de gasolina.