Como el transporte evoluciona, el mercado exige a las empresas ser más competitivas, llegar a un destino en el menor tiempo posible con seguridad y sobre todo, con eficiencia, lo cual es posible con el uso de herramientas basadas en la comunicación satelital.
Desde hace algunos años, ni el tiempo ni la distancia son limitantes para la comunicación, pues vía satélite se reciben y transmiten señales en todo el mundo. Los propósitos son diversos: desde la telefonía local hasta la observación de fenómenos meteorológicos, entre otros.
Estos servicios son operados tanto por empresas privadas como por organismos gubernamentales, por medio de señales analógicas o digitales.
La importancia de las telecomunicaciones se basa en la diversidad de aplicaciones y en el número de personas a las que beneficia.
En México se invierten en promedio 3,000 millones de dólares anuales en desarrollos tecnológicos que nos permiten más y mejores formas de comunicarnos, de acuerdo con datos de la Dirección de Información Estadística de Mercados de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
Esta industria incluye a las empresas que prestan servicios satelitales, radiocomunicación especializada de flotillas, radiolocalización móvil de personas, televisión restringida, telefonía pública, móvil, de larga distancia, local alámbrica e inalámbrica.
Las ventajas de una señal digital sobre una analógica son: mejor calidad del video, mayor capacidad en transmisión de datos, reducción del uso del ancho de banda y su economía, porque al comprimirse la señal se pueden enviar varios datos a la vez.
Existe una gran variedad de satélites artificiales girando en el espacio para distintos fines: científicos, astronómicos, comunicaciones, navegación, observación o espías e investigación de recursos terrestres.
Los equipos para hacer posible la recepción de los datos pueden ser: antenas, decodificadores, controles remotos, cableado y accesorios como televisor, videograbadoras, dispositivos GPS, entre otros, según el tipo de servicio del que se trate.
En el transporte: factor de competitividad
Las aplicaciones más extendidas de la comunicación satelital en la industria del transporte son: localización de vehículos, rastreo de mensajería y paquetería, así como el trunking o radiocomunicación para el manejo de flotillas.
Su uso depende del tipo de empresa, número de vehículos con que cuente y la carga que traslade; sin embargo, cualquier compañía que quiera estar a la altura de la competencia tendría que adoptarlo. El rastreo de envíos o localización de vehículos con carga es casi siempre un valor agregado que las empresas ofrecen a sus clientes.
Otras de sus aplicaciones: en los sistemas de administración de remolques o candados que se abren con una señal satelital para evitar el robo de combustibles en las pipas o tanques, como control logístico de transporte, mapas de localización, reportes de tráfico, control de consumo de Diesel o gasolina, alertas de seguridad, entre otras.
El sistema de comunicación por radio es uno de los más competidos, ya que las empresas que proporcionan el servicio analógico o digital pelean siempre por atraer más clientes, tener las autorizaciones para explotar las radiofrecuencias y abarcar más zonas geográficas.
Algunas de las empresas que en México proporcionan estos servicios son: GPS Satelital Trak de México, OmniTracs, Copiloto Satelital, Proeza Ti, GE Trailer Fleet Services, Globalstar de México, Tracking System de México y Unicomm Rastreo Satelital, entre muchas otras.
Todas las compañías de mensajería y paquetería, al igual que los más grandes transportistas, cuentan con funciones de este tipo.
Un satélite es capaz de recibir y transmitir datos, audio y video de forma inmediata, sea analógica o digital de alta calidad. Toma su energía de la radiación solar y está constituido de transpondedores, los cuales son dispositivos con varias antenas