El año 2020 marcó un punto de partida para la transformación de las cadenas logísticas globales y la implementación de nuevos patrones comerciales, donde el COVID fue el prinicipal actor, pero no el único, pues a ello se suma la escasez de personal de operaciones.

Eric Petri de la Unidad de Servicios e Infraestructura de Comercio Internacional e Integración, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destacó que los principales efectos se encuentran el incremento de costos y el aceleramiento del comercio electrónico.

Te puede interesar: Repensar las cadenas de suministro a través de los datos

Durante el webinar «Problemas de abastecimientos ocasionados por el COVID» Petri señaló que desde inicios de 2020 las cadenas logísticas se habían visto obstaculizadas por la escasez de personal.

Había problemas de contenedores y por lo mismo se produjeron servicios menos confiables, puertos congestionados, mayores demoras y tiempos de permanencía.

Erick Petri, CEPAL

Un tema que ocasionó el incremento de costos de fletes, mismos que alcanzaron niveles sin precedentes en la historia financiera de este tipo de empresas, y que provocan el encarecimiento de todo el comercio.

Y luego con la llegada del COVID la operación se volvió aún más compleja, principalmente en los puertos, que fungen como el nodo de intercambio modal más importante de la cadena logística, ya que es ahí donde produce la logística marítima y la terrestre.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Por ello, Petri explicó que los puertos están llamados a realizar mayores actividades logísticas y aprovechar su condición de nodo relevante en la cadena ofreciendo servicios industriales y de distribución de las cargas e incluso de generación de energía.

Asimismo, señaló que actualmente se tienen grandes problemas de congestión y muchas naves están optando por los puertos mexicanos como una excelente opción para atender las cargas, particularmente las provenientes de Japón y Chile, pues éstos se encuentran bien conectados con los mercados norteamericanos vía ferrocarril.

Ante esto, agregó que los importadores y exportadores que se han visto más afectados son las Pymes y Micropymes que normalmente cubren cargas pequeñas y ahora deben pagar costos extenuantes por la interrupciones, que no pueden traspasar a sus consumidores, lo que genera la pérdida de empresas, al menos a nievl de Latinoamérica y el Caribe.

En tanto, otro impacto que ha tenido el COVID fue la digitalización, un acelerado crecimiento del comercio electrónico más que nada a nivel local, pues a nivel transfronferizo de igual forma se vio afectado, dado que las restricciones ocasionaron que muchas de las cargas no pudieran traspasar las frontreras.

Lee también: México, una atractiva propuesta de nearshoring durante la pandemia

Pero, el tema de la digitalización también permite una mayor trazabilidad de la carga, lo que en terminos de comercio se convierte en ahorro de costos y tiempo.

Aunque ahora, finalizó Petri, las cadenas de suministro no solo se verán afectadas por la pandemia, la escasez de operadores, sino también por el conflicto de Rusia y Ucrania.

Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de nuestro podcast Ruta TyT: