El Programa Mujeres Conductoras implementado en Jalisco cierra brechas de inclusión laboral, pero los estereotipos y roles de género siguen siendo lastres para la incorporación y permanencia de las operadoras , considera el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI, por sus siglas en inglés).
Tras el estudio «Inclusión laboral femenina en el transporte público» la WRI señaló que contar con una política en el transporte público con enfoque de género abre oportunidades, no solo para atender el déficit de operadores, sino que permite la inclusión laboral de las mujeres.
Sin embargo, detalló que para el acceso equitativo aún se presentan una serie de retos, que mediante su conocimiento permitirán avanzar en el diseño de políticas públicas que anticipen barreras de acceso y permitan reducir la brecha laboral entre hombres y mujeres.
Los retos para la inclusión de mujeres operadoras
El Instituto enlistó los principales retos que se presentan para la incorporación de operadoras en caso de estudio del Programa Mujeres Conductoras de Jalisco:
- Estereotipos de género en el sector transporte. La conducción es tradicionalmente percibida como una actividad para hombres, donde las mujeres no cuentan con la habilidad para desempeñarla, esto genera la percepción de que los accidentes donde hay mujeres operadoras involucradas son de mayor gravedad y frecuencia.
- Conciliación de la vida laboral y familiar. Esto se relaciona con los roles de género y la división sexual del trabajo. En México, las mujeres destinan un promedio de 43 horas semanales a tareas del hogar y labores de cuidado, mientras que los hombres solo 17 horas, en promedio.
De acuerdo con WRI, el 58% de las mujeres operadoras del programa jalisciense son jefas de hogar y aunque un 39% vive en pareja, la distribución de labores no es equitativa. En tanto, el 83% de las operadoras tienen hijos, por lo cual la mayoría busca conciliar su horario laboral con labores de cuidado y horarios escolares.
Estas condiciones dificultan la inserción laboral exitosa de las mujeres y se complican más en el caso del transporte público, donde la operación se programa de acuerdo con las curvas de demanda y horarios laborales.
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- Falta de infraestructura apropiada. A pesar de que con la transición del modelo hombre-camión a empresa de transporte se mejoraron las instalaciones de los patios de servicio con espacios exclusivos de descanso y aseo para mujeres, aún faltan baños en terminales o a lo largo de la ruta.
Las operadoras señalan que llegan a pasar entre seis y ocho horas sin tener acceso a baños, situación que afecta a la calidad del servicio.
El programa Mujeres Conductoras fue introducido como una política de transporte con enfoque de género, que arrancó el gobierno de Jalisco en 2021, con el objetivo de ampliar la oferta de personas conductoras y mejorar la calidad de servicio en el transporte público.
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