Scania México tiene la mira puesta en comercializar entre 1,500 y 2,000 vehículos de carga este año, a pesar de que la proyección para la industria nacional es de un crecimiento de 5 por ciento, señaló Alejandro Mondragón, director general de la compañía.
Sin embargo, el principal reto, en este sentido, seguirá siendo la cadena de suministro alrededor de los microcomponentes, situación que estará presente al menos durante el primer semestre de este 2022.
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Para solventar este tema, Mondragón es enfático al decir que, como Scania es responsable de todo el tren motriz de sus vehículos, su labor estará enfocada en comunicarle al Grupo en Europa la relevancia del mercado mexicano, a fin de garantizar el abasto de las unidades requeridas en el país durante todo el año.
Incluso, el directivo compartió la proyección hacia 2025, cuando estiman comercializar 5,000 unidades: 4,000 de carga, 700 buses y 300 motores estacionarios para otras industrias.
Con la llegada del Scania Súper, por ejemplo, las flotas nacionales tendrán acceso a vehículos aún más rentables, pues esta nueva generación de camiones ofrece una mejora en el consumo de combustible de hasta 8 por ciento.
Para este año, la armadora también tiene contemplado establecer un nuevo estándar de seguridad en sus talleres instalados en los patios de los clientes, pues aquí hay oportunidades de mejorar. Sin duda, un tema medular para su estrategia integral.
Para lograr estas metas, Maite Delgadillo, directora de People Experience & Services de la compañía, lidera la estrategia 5K, pues deben preparar el camino para conseguir el hito de las 5,000 unidades hacia 2025.
“Ella tiene sesiones con todos los directivos, a fin de ver qué se requiere para vender 2,000 unidades este año y los 5,000 en tres años: gerentes, procesos, sistemas, personal técnico, infraestructura, ya que el objetivo es ser una empresa mucho más robusta y ágil para estar más cerca de los clientes”, enfatizó el director general de la compañía.
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Mondragón destacó que la estrategia integral de Scania México contempla, también, crear una división para comercializar vehículos usados, puesto que el mercado secundario es muy atractivo para algún segmento del sector que todavía no puede acceder a unidades nuevas.
Hacia 2023, incluso podrían estar desarrollando esquemas de renta de vehículos, con objeto de ofrecer más opciones de rentabilidad a las empresas que requieran este tipo de servicios, que irían más allá de los arrendamientos tradicionales.