Solo cuatro estados del país lograron un crecimiento en el valor de construcción el año pasado, ante el embate que provocó la pandemia en sus economías, con obras de infraestructura urbana, transportes y energía, principalmente.

La construcción, uno de los cuatro principales demandantes de los servicios del autotransporte de carga, inició una ruta descendente en el valor de su producción en julio de 2018. 

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Es decir, esta actividad recibió debilitada los paros forzados efectuados en el segundo trimestre de 2020, así como los efectos del COVID-19 en la economía del país. 

Ante la crisis, gobiernos de los estados tomaron a la construcción como un elemento clave para la reactivación de sus economías; sin embargo, pocos consiguieron elevar el valor generado por esta actividad. 

El valor de la construcción creció a un ritmo promedio de 92% en Oaxaca el año pasado, de acuerdo con cifras absolutas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 

En el estado gobernador por Alejandro Murat, el valor de las obras de transporte y urbanización incrementó a un promedio anual de 455% en 2020. 

En tanto, la edificación lo hizo a un ritmo promedio de 88.3% anual. Por sector contratante, la participación del sector privado incrementó en 255% anual, mientras que el valor de la producción aportado por las arcas públicas incrementó en 85 por ciento. 

El segundo estado donde más creció el valor generado por la construcción es Tabasco, estado donde el Gobierno federal desarrolla la refinería Dos Bocas, con un alza promedio de 20.8 por ciento.

Este crecimiento, que no toma en cuenta los efectos de la inflación, estuvo impulsado por las obras relacionadas con el petróleo y petroquímica, con un incremento de 126.6% anual en su valor. 

La participación del sector público incrementó a un ritmo promedio de 57% el año pasado, mientras que el sector privado redujo en 11% su participación. 

Nuevo León logró números positivos, con un crecimiento promedio de 1.6% anual en el valor de la producción generado por la construcción. 

El valor generado por la edificación incrementó en 20.1% anual en 2020, mientras que el transporte y urbanización –donde se incluye la infraestructura carretera– lo hizo a un ritmo promedio de 62.8% anual. 

Estos dos tipos de obra son los que más aportan al valor de la construcción en México, y Nuevo León no es la excepción. 

Este crecimiento de la construcción está impulsado por un alza de 25% en la participación del sector público –gobierno–, mientras que el privado apenas recortó en 0.4% el valor de su participación en esta actividad industrial. 

Por último, Guerrero logró un crecimiento promedio real de 0.9% en el valor de la producción generada por la construcción, este incremento llega después de una caída anual promedio  de 6.9% marcada en 2019. 

Las obras de transporte y urbanización tuvieron un papel relevante en el repunte de la construcción, con un alza de 160.7% anual, de acuerdo con Inegi. 

En Guerrero, el sector público elevó en un promedio anual de 67.4% su participación en el valor de la construcción, en contraste, en este importante estado turístico, la iniciativa privada recortó en 35% su participación. 

A nivel nacional, el valor de producción generado por la construcción  cayó a un ritmo promedio de 24.8% en 2020.

El valor aportado por el sector público descendió a un promedio de 26.1 por ciento, mientras que el sector privado la recortó en 23.9% anual.