Hace tiempo, el escritor y empresario Peter Drucker dijo que “las organizaciones no son sus estructuras, procesos o sistemas; son las personas que las componen”, y tiene mucha razón. Desde mis inicios laborales, vengo impulsando a las personas que colaboran a mi lado para crecer juntos, “pues si crecen ellos, crecen las instituciones y si crecen las instituciones, todos crecemos”.
Pero más allá del crecimiento personal y profesional, viene lo realmente importante: las personas que le dan la cara a cualquier industria, porque mantener un equipo de trabajo saludable, contento, motivado y desarrollado, evitará la inquietud de la rotación de personal, permearán los valores y propósito de la organización.
Desde la ANTP, uno de mis principales propósitos como Presidente Ejecutivo ha sido desarrollar el talento que tenemos al interior, darles las herramientas y capacitación a quienes colaboran para que ellos sean líderes y expertos en cada una de sus áreas, y, al mismo tiempo, sea en beneficio de quienes representamos, del desarrollo social y, por supuesto, de nuestro país.
Las personas como centro del transporte y la logística
Con esta premisa, este año, con el apoyo de la Mesa Directiva, decidimos sumar a nuestros grupos de trabajo el Comité de Capital Humano, un grupo que busca compartir y replicar las mejores prácticas en el tema, para sentar las bases mínimas que deben tener perfiles como los de las y los conductores.
Ése es el eslabón principal de la logística y el transporte de mercancías, visualizando que ellos, al igual que nosotros, tienen una familia y amigos que los esperan al final de cada viaje. No me imagino ni por un momento ir en busca de algún producto, y que éste no esté disponible, “recordemos que el producto más caro, es el que no llega al anaquel”.
Nuestras operadoras y operadores a diario salen a compartir el espacio de la infraestructura de la movilidad, sorteando grandes riesgos en los largos o cortos recorridos, por eso es nuestra responsabilidad dar a conocer la importancia de su actividad.
¿Cómo lo hacemos, cómo aportamos a la causa? Sensibilizándonos sobre las actividades que hacen, viéndolos como cualquier persona que tiene un trabajo y debe hacerlo en las mejores condiciones, con vehículos que cuenten con tecnología que les facilite su labor, con herramientas tecnológicas que los acompañen en el camino y los guíen con mayor seguridad. Debemos disminuir el riesgo y, por supuesto, ser más eficientes y productivos.
El reconocimiento es clave
Por todo lo anterior, en la ANTP, desde hace 25 años, entregamos el Premio Nacional de Seguridad Vial, un galardón que reconoce la trayectoria de las y los conductores en México, y que este año se entrega el 21 de octubre, en una ceremonia emotiva en donde el punto central del reconocimiento y festejo son los conductores de las unidades de largo recorrido, distribución y última milla.
Esas notables personas que son acompañadas nada más y nada menos que por sus familias. Recordemos que son el reflejo de las políticas internas de grandes empresas, pero también es importante, como industria, tener claro qué y cómo fortaleceremos al capital humano, sobre todo definir para qué queremos que nuestros colaboradores se mantengan en constante capacitación.
Es por eso por lo que desde hace varios años insistimos en poner al centro de las operaciones a los colaboradores de cualquier empresa, permitiéndoles combinar sus actividades laborales con el desarrollo personal, profesional e institucional; haciendo cada día más humano este sector en el que generalmente vemos camiones, barcos, aviones o ferrocarriles.
Humanizar al transporte de carga, un compromiso
Es nuestro compromiso cambiar esa percepción, humanizar al transporte de carga, dar voz y mejorar las condiciones de quienes mueven esta industria.
Empecemos por nosotros y preguntémonos: si hoy me tocara trabajar como conductor, ¿estaría feliz porque las condiciones son buenas, las prestaciones sociales son las adecuadas? Si no lo son, y lejos de pensar en renunciar hoy mismo, debemos de seguir preguntándonos ¿qué debo hacer o qué me corresponde hacer para mejorar o profesionalizar esta actividad?
Los invito a que hagamos esta reflexión, a capitalizar los esfuerzos que, en conjunto con sus equipos de trabajo han alcanzado, ser guía y ejemplo de los que vienen atrás. Seguro que después de reflexionar encontrarán las respuestas, y no dudarán en ponerlas en marcha. ¡Hagamos que las cosas sucedan!
Las empresas que participan en el PNSV tienen un índice de accidentalidad por millón de km recorrido de .5, muy por debajo de la estadística mundial que es de 2.7.
Leonardo Gómez Vargas, Presidente Ejecutivo de la ANTP.
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