Cuando se habla del autotransporte en Salamanca, Guanajuato, es inevitable asociarlo con las pipas y autotanques que dan servicio en la refinería, y justamente en esa operación fue que surgió la idea de fundar Aralo Express.
Armando Alonso Olivares trabajaba como operador de una pipa y, al igual que todos, conocía la operación y la especialización de los combustóleos, al igual que sus paisanos que también se dedicaban al transporte.
Fue hace más de 40 años, en 1980, cuando empezó a surgir la necesidad de transporte regular, es decir, en cajas secas, pero no había, ya que en la ciudad todos tenían sus pipas y autotanques.
Ante esta necesidad, aquel joven guanajuatense pensó que podría aprovechar esta oportunidad para independizarse e invertir en su propia flota para atender un nuevo nicho de mercado.
Y así fue como inició aquel sueño, con una caja seca y las ganas de construir una historia escrita por él mismo.
Sus principales rutas se fincaron hacia el centro y norte del país, con una buena demanda de fletes y una proyección de crecimiento importantes.
Como dato curioso, el nombre de la empresa fue formado con las primeras letras del nombre de su fundador: Ar de Armando, Al de Alonso y la O de Olivares. Aralo Express.
Y en estos años, haber superado crisis, la diversificación de la operación y el crecimiento exponencial han sido sus principales hitos.
Uno de los principales hitos de Aralo Express llegó en 2009, cuando sus hijos terminaron la universidad y se incorporaron de lleno en la operación de la empresa, pues fue en este momento en el que se registró un crecimiento exponencial con la consolidación de la proveeduría automotriz como su principal operación.
En tiempos recientes, la apertura de una empresa en Estados Unidos les permitió una proyección importante, ya que hoy ofrecen el servicio puerta a puerta y esto les da mayor margen de maniobra para la gestión de las rutas y toda la cadena logística, pues todo depende de ellos.
En la actualidad, justamente sus hijos Armando y Luis Mario Alonso Morales llevan las riendas de la compañía mientras que su padre, poco a poco, les ha ido delegando esta historia.
Hoy, Aralo Express tiene una flota de 500 unidades, 600 remolques y 900 colaboradores, además de que tiene patios en Salamanca, Nuevo Laredo y un proyecto reciente para abrir operaciones en Monterrey, Nuevo León.
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Y con la tendencia del nearshoring, la compañía ya alista proyectos que puedan sumarse a las oportunidades que ya están legando a diferentes latitudes del país.