El balizado de vehículos al servicio del autotransporte federal se ha convertido en un tema central para empresas, por el tiempo con que cuentan los permisionarios para su ejecución, sus costos e incluso, ante las dudas sobre su efectividad para enfrentar el robo a transportistas. 

Si bien, el balizado de vehículos pesados no es obligatorio al no especificarse en alguna norma o reglamentación, sí es una estrategia surgida desde la Guardia Nacional y avalada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), que busca tiempos de reacción más cortos para enfrentar el robo a transportistas y el posterior desmantelamiento de bandas delictivas. 

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Ahora mismo, el autotransporte federal se encuentra en un proceso de implementación de 90 días naturales, que concluye el 8 de mayo. 

La Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF) aclaró que no existen multas o sanciones para el autotransporte federal; y no están considerando alguna medida de este tipo para que cumpla con la disposición. 

Sin embargo, no descartó que cercano el 8 de mayo replantee la estrategia para tener en el país un parque de un millón 800 mil unidades balizadas, que abarca camiones, tractocamiones, cajas secas y pipas, principalmente. 

Hay excepciones, cuando es imposible balizar las unidades, y la DGAF se comprometió a responder consultas precisas dirigidas al correo: [email protected]

¿Es procedente el amparo?

Con el objetivo de no acatar la disposición, que fue planteada el año pasado a cámaras, asociaciones y confederaciones del sector transporte, surgió la inquietud sobre la viabilidad de recurrir al amparo. 

El balizado, al no tratarse de un acto sancionable dispuesto en los artículos 74 bis y 74 ter de la Ley de Caminos, Puentes y  Autotransporte Federal, hace improcedente el recurso de amparo para su incumplimiento. 

Balizado y su contexto 

La iniciativa de balizar al autotransporte federal surgió junto con la estrategia Balam, antes llamada Chimalli, que comenzó sus pruebas en julio del año pasado y fue planteada a cámaras, asociaciones y confederaciones del sector. 

El objetivo central es tener una pronta identificación aérea de los vehículos reportados como robados, a través de la app GN Carreteras, plataforma que explota la Tecnología de la Información (TI). 

Si bien, al Guardia Nacional aún no tiene una flota robusta de drones y helicópteros para utilizarlos en operativos aéreos, Isaac Muñoz Navarro, director general de Seguridad en Carreteras e Instalaciones, ha referido que la estrategia de seguridad pública es migrar al uso y fortalecimiento de la tecnología para inhibir el delito. 

Balam y, por lo tanto, el balizado del autotransporte federal de carga, pasaje y turismo, así como de unidades de servicios auxiliares, es una carta fuerte del equipo de la presidenta Claudia Sheinbaum para combatir el delito en carreteras y se buscan que el sector transporte lo acate. 

Impunidad, problemática central

Más allá de los costos, que varían drásticamente con cada proveedor o estrategia propia elegida por las empresas, los transportistas dudan sobre su alcance para realmente castigar el delito. 

“Me parece algo absurdo y caro, son cinco rótulos por tracto y caja, y para mi es marcarte para que te vean de lejos. De todos modos no te van a recuperar un camión, nunca te defienden. Estamos expuestos y el balizado me parece algo absurdo”, comparte un transportista que opera en el Estado de México, la entidad con mayor incidencia en robo de carga. 

De fondo está el trabajo que realice el Gobierno federal junto con las autoridades estatales en la impartición de justicia, mejorar los procedimientos para realizar denuncias y una pronta recuperación de unidades. Claro, a esto se suma idear estrategias preventivas más que reactivas ante el delito. 

Canacar, Conatram, Canapat y la ANTP están en proceso de balizado de sus unidades y aún no tienen un registro previo; mientras que AMOTAC respondió a TyT que su avance es de 40 por ciento.

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Expertos en seguridad patrimonial sostienen que el balizado por sí solo servirá para inhibir el delito, además, de que empresas de geolocalización y rastreo operan con tecnología de identificación donde el balizado puede ser una herramienta valiosa. 

Adicionalmente, los C4 y C5 de los estados y las videocámaras instaladas en autopistas también podrán aprovechar la visibilidad de las placas. Es decir, se prevé un mayor aprovechamiento del balizado en las labores de vigilancia. 

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