Aunque el nombre de Transistmo fue tomado al combinar las palabras transporte e istmo, por el de Tehuantepec, esta empresa es originaria de Mérida, Yucatán, e inició hace más de 50 años moviendo piedras en una cantera a las orillas de Oaxaca. 

Su fundador, José Luis González, había sido operador toda su vida y cuando juntó lo suficiente para un enganche, se compró un torton para trabajarlo él por su cuenta y empezar a forjar su propia empresa. 

Fue así como su esposa le sugirió el nombre de Transistmo, aunque a él no le convencía porque le costaba mucho trabajo pronunciarlo, pero fue tal la enjundia de la señora, que terminó por aceptar. Igual pensó que no era para tanto, pues para él era suficiente sacar los gastos y no pasar necesidades económicas. 

Aquella cantera generaba mucho trabajo y uno de los permisionarios se enfermó y vendió sus dos tractos. Don José Luis se endeudó para comprarle uno y contratar a un operador. Le salió bueno y bien rápido pudieron pagarlo y así crecer su flota hasta en 10 unidades en los primeros 10 años. 

Aunque transportar todo tipo de piedras y algunos minerales era buen negocio, González pensó que sería bueno diversificar la operación, así que se fue al puerto de Veracruz para ver cómo estaba el movimiento. Ya tenía varios contactos y también muy rápido le entendió a los contenedores y al doble remolque. 

Con el paso de los años, la operación en el puerto se volvió más relevante y el transporte en la cantera perdió terreno, sin embargo, don José Luis le tenía mucho cariño a ese trabajo y por eso no lo quería dejar. 

Para el año 2010, su hijo y tocayo tomó la batuta con la promesa de siempre tener aunque sea unos tres camiones en el Istmo, para que no pierda la esencia y le siga haciendo honor al nombre. 

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La segunda generación fue la responsable de adquirir la tecnología necesaria para hacer más eficiente la operación y tener mejores resultados. Ya el tercer José Luis se la pasa jugando en los camiones y su padre está seguro que cuando le llegue su momento, hará lo propio, aunque seguro también le pedirá que conserve aquel inicio del abuelo que hoy es la empresa familiar: Transistmo.