Bosch está trabajando en el proyecto 6G-ICAS4Mobility, que tiene como objetivo interconectar más estrechamente los sistemas de comunicación y radar, que actualmente funcionan por separado, e integrarlos en un único sistema 6G.

Además de abordar escenarios relevantes para el tráfico por carretera, los conocimientos obtenidos del proyecto servirán, en particular, como base técnica para aplicaciones en el dominio de los drones conectados, así como en la Industria 4.0 (por ejemplo, para sistemas de transporte sin conductor).

6G-ICAS4Mobility, que está siendo financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania por una suma de 10 millones de euros, o el 70% de los costos del proyecto, está sentando las bases para la próxima generación de tecnología móvil inalámbrica.

Bosch recordó que una mayor interconexión e integración de la comunicación y detección (closer interconnection and integration of communication and sensing, ICAS) se ha discutido extensamente durante varios años, especialmente en el mundo académico.

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El proyecto ahora tiene como objetivo demostrar que la tecnología funciona en la práctica, para que luego pueda usarse en el futuro estándar de comunicaciones móviles.

ICAS se considera una tecnología clave para los futuros sistemas 6G. Abrirá posibilidades completamente nuevas que van mucho más allá del potencial de las tecnologías inalámbricas actuales».

Andreas Müller, iniciador de 6G-ICAS4Mobility.

Movilidad más eficiente y segura

El fabricante alemán explicó que 6G-ICAS4Mobility desarrollará, durante los próximos tres años, las bases cruciales del futuro estándar 6G, lo que también considera como «una importante contribución para asegurar la soberanía tecnológica de Alemania y Europa».

El proyecto lo desarrollan un consorcio de universidades, proveedores automotrices, especialistas en comunicaciones y radares y proveedores de drones, todos ellos liderados por Bosch.

En específico, se busca que los vehículos conectados deberán poder intercambiar datos de manera confiable entre sí y con su entorno. Varios sensores, como los radares, jugarán un papel clave en esto.

Los sensores permitirán que los vehículos «vean» y reconozcan su entorno, ayudándolos a evitar colisiones, por ejemplo. Para el funcionamiento autónomo de los vehículos en particular, los sensores son indispensables.

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En la actualidad, los sistemas de sensores y comunicación de los vehículos suelen funcionar de forma independiente, aunque tienen mucho en común en lo que respecta a funciones como el procesamiento de señales o la arquitectura del sistema.

En el futuro, los datos de sensores en tiempo real de diferentes unidades móviles (como vehículos) se coordinarán y combinarán a través de comunicaciones móviles 6G para crear una imagen más precisa del entorno. Esto aumentará la seguridad vial y la eficiencia en el uso de las carreteras.

La investigación 6G está cobrando impulso en todo el mundo. Solo el gobierno alemán está financiando actividades en esta dirección por una suma de 700 millones de euros hasta 2025; la UE ha presupuestado otros 900 millones de euros para 2021 hasta 2027.

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