Hoy en día, la transmisión manual de 18 cambios de Eaton se ha posicionado en un lugar privilegiado dentro del autotransporte nacional. En tanto, la transición a la automatización se ha dado con pasos sólidos, al grado de que Eaton anunció que la nueva Endurant hará su debut en el país el próximo año.
Durante su participación en el Foro ANTP, José Manuel Gómez, Gerente de Cuentas, Producto Nuevo, Aftermarket y OEMs de Eaton, señaló que se trata de un cambio de paradigma, ya que actualmente el mercado demanda automatizar las transmisiones manuales por los beneficios que representa, principalmente en confort y desempeño, y la Endurant ya es una transmisión automatizada de origen.
“Muchos de sus componentes ya vienen integrados. En lugar de 10 arneses o 10 sensores, trae uno solo que comunica a los demás. Esto la hace más eficiente y ayuda a tener un diagnóstico más preciso sobre su desempeño, además de que la hace mucho más ligera que las tradicionales”, manifestó.
Como es una tecnología más nueva, dijo, la Endurant tiene más sensibilidad al momento de acoplar el embrague, lo que se traduce en cambios más cortos, eficientes y que ahorran combustible. El embrague es de pasta orgánica, de 17 pulgadas, y si bien es más grande que los anteriores, concede una operación mucho más sensible.
Por otro lado, todo el sistema de esta transmisión es de aluminio, lo que ofrece una ganancia en peso de 25% respecto a una tradicional: más ligereza, mejor consumo de combustible, que según registros en Estados Unidos, oscila entre el 1 y 3 por ciento.
De momento, esta transmisión está disponible para vehículos que cumplen con las emisiones GHG y EPA10, y es fabricada en la planta de Eaton en San Luis Potosí. La compañía ya está haciendo la adaptación para motores con Euro 5, a fin de ofertarla en el mercado nacional con la normatividad vigente.
Finalmente, es importante destacar dos funciones primordiales de la transmisión Endurant para el transporte del futuro: Creep y Ursh to Move; la primera consiste en un control crucero a bajas velocidades, para cuando el vehículo circula en medio de un congestionamiento vial. La segunda es para maniobras en corto, para menor desgaste del embrague, así como acelerar, frenar y echar en reversa sin hacer tanto juego en la transmisión.
Endurant tiene un sensor de presión para medir el nivel de aceite de la transmisión: si hay una fuga, la detecta y alerta al conductor para que detenga el vehículo y no se dañe por sobrecalentamiento. “La misma transmisión se protege y evita un daño innecesario, ya sea por fallas mecánicas o, incluso, por manipulación externa”.
La transmisión Endurant fue presentada en 2017 para el mercado de Estados Unidos, y San Luis Potosí es el único lugar que la fabrica: en 2018 produjeron 35,000 y para este año esperan llegar a las 60,000. En octubre visitará el piso de exhibición de Expo Transporte ANPACT 2019, en Puebla, y sin duda dará mucho de qué hablar.