Gulberto “El Chilango” Rodríguez nació en Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México, y desde muy joven tuvo que trabajar para apoyar a su familia, y como no tiene una tradición transportista, no sabía que algún día se habría de convertir en operador profesional. Y de los buenos.
Tuvo varios trabajos hasta que llegó a una empresa purificadora de agua, en la que inició como ayudante general. No tenía una especialización, pero tenía iniciativa, así que no se limitaba a realizar una función, sino que siempre estaba haciendo algo.
Y así fue como el dueño de la empresa le vio las ganas y de a poco le fue diciendo que se subiera a los pequeños camiones de reparto de la empresa, que se enseñara a manejar para que ya lo hiciera chofer.
No le dijeron dos veces, así que se subió a aprender, a preguntar y a realizar sus primeras maniobras, así que aprendió a conducir, sacó su licencia y cambió de puesto.
Ya, incluso, “El Chilango” ganaba mejor y le gustó el volante, pues la vida en las calles y en el reparto siempre es distinta, de tal manera que nunca se aburre.
Poco a poco se fue adentrando en la operación y conoció a varios colegas que ya traían camiones más grandes y también quinta rueda, hasta que un día uno de sus hermanos lo invitó a vivir a Orizaba, Veracruz, que ahí podía conseguir buen trabajo porque había muchas empresas de autotransporte.
Se fue y ya pasaron 15 años. Trabaja para Autotransportes Elisama, una de las empresas más emblemáticas de la región y está más contento que nunca, pues ahora ya maneja doble remolque y ha tenido oportunidad de conocer todos los rincones del país.
De hecho su 10-28 se le quedó porque al llegar a Veracruz le preguntaron de dónde venía, y aunque propiamente no era capitalino, los colegas dijeron que como era de México, era El Chilango, y así se le quedó.
Tiene un hijo y una hija, de 22 y 21 años de edad. Ambos estudian y a los dos les gusta el camión, así que si un día le dijeran a su padre que quieren seguir sus pasos, él no tendría problema en enseñarles el oficio, eso sí, siempre y cuando hayan terminado la escuela.
Te recomendamos: Express FAR, la empresa que nació en una tienda de abarrotes
Y como consejo para las nuevas generaciones, “El Chilango” recomienda siempre tener precaución: no correr antes de caminar. Despacio porque llevo prisa. Siempre hay alguien que te espera.
Te invitamos a escuchar el episodio más reciente de nuestro podcast Ruta TyT: