Establecer y mejorar una cultura de seguridad vial de los operadores no es tarea sencilla, y el tiempo puede ser un aliado clave, como es el caso de Grupo Bimbo, empresa mexicana que comenzó a trabajar este punto hace más de 70 años, y hoy cuenta con una plantilla de operadores y colaboradores que lleva a cabo las mejores prácticas para reducir y prevenir los accidentes.
«A veces lo complicado no es cómo empezar, sino cómo mantener la cultura de seguridad en la compañía», indicó Emmanuel Romero, representante de Grupo Bimbo, durante su participación en el Sexto Congreso Nacional en Seguridad Vial (CNSV), organizado por la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), donde compartió los elementos que la panificadora mexicana toma en cuenta para permear este aspecto en toda su organización.
Detalló que Bimbo comenzó a desarrollar su modelo de seguridad en 1952, tan sólo siete años después del inicio de operaciones de la compañía, de la mano de uno de sus fundadores, Roberto Servitje, quien tuvo la iniciativa de empezar a estructurar toda el área de vehículos y los procesos que hoy ayudan a mantener su sistema de gestión.
«La seguridad vial es algo que hemos compartido todos, no es un secreto industrial; y mientras más personas y más de nosotros apliquemos las buenas prácticas será mejor» para reducir los accidentes de tránsito y evitar sus «lamentables consecuencias», destacó.
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El representante de Grupo Bimbo explicó que su fórmula se conforma de cuatro grandes elementos:
- Liderazgo: desde el más alto nivel y a lo largo de toda la organización.
- Sistema de Gestión: un modelo estructurado, plan, procedimientos y supervisión
- Reglas de seguridad: formalizadas, comunicadas, entendidas y aplicadas.
- Proceso de selección, inducción y capacitación.
Cómo construir una cultura de seguridad
Mencionó que la mayoría de transportistas tienen mucha información y procedimientos a favor de la seguridad vial; sin embargo, podría estarle faltando lo que le dé estructura y consolide su cultura de seguridad; y en el caso de Bimbo uno de los primeros pasos significativos se dio con la capacitación y formación de los operadores, lo cual se mantiene a la fecha como uno de sus pilares.
Con este enfoque privilegiando a las personas, la empresa conserva una búsqueda constante en nuevas tecnologías, equipos y adecuaciones que les permitan garantizar la seguridad de su personal y de las personas con las que comparte los caminos.
Por ello, Romero señaló que Grupo Bimbo no ha permanecido estático en este tema, sino que más allá de quedarse con esas primeras ideas de hace 70 años, constantemente está buscando qué otros ingredientes puede incorporar a su modelo y evalúa los resultados para poder mantener esas estrategias.
«Nosotros iniciamos precisamente por una necesidad, veíamos que el servicio de mantenimiento no era el adecuado y comenzamos con esos primeros procesos para hacer nosotros mismos el mantenimiento en nuestra flota, pero de ahí se derivó precisamente a otros procedimientos o situaciones más enfocadas en temas de seguridad vial, en capacitar a nuestros conductores», agregó, lo que ha permitido mantener un enfoque preventivo y participativo en su modelo de seguridad.
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En este punto, recalcó que la participación y liderazgo de la alta dirección de la compañía son claves para consolidar la cultura de seguridad de la organización, por lo que actualmente todos sus directores trabajan para conserva esa cultura, y no dejar la tarea sólo a la dirección de vehículos o a los operadores; sino que es un labor de toda la compañía.
Respecto a los operadores, Romero destacó el trabajo que Grupo Bimbo realiza con ellos antes y después de la contratación del personal que conducirá sus unidades, lo que le permite homogeneizar las prácticas a través de una constante capacitación y educación, con acciones como las pruebas de manejo, la conducción comentada y una licencia de conducir interna; así como la elaboración e implementación de un plan nacional de seguridad.
Subrayó que es precisamente ese plan de seguridad con el que recaban información de los eventos viales que les ayudarán posteriormente a tomar acciones para evitar que ocurran de nuevo; y a su vez cuenta con planes regionales, porque cada zona podría tener sus propias particularidades, e identificando las situaciones de riesgo, aprendiendo de los accidentes viales del pasado, genera materiales que ayuda a reforzar la parte de la conciencia del riesgo y cómo prevenir accidentes viales; y que son comunicados efectivamente al personal.
Romero indicó que el reconocimiento a los conductores es también un pilar de la cultura de seguridad, «a todas las personas nos gusta ser reconocidos por las cosas que hacemos bien y a un conductor es más importante porque está en sus manos que nuestros vehículos conduzcan de manera segura».
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Además, destacó el rol de los supervisores de vehículos, ya que es la figura que ayuda a mantener viva su cultura de seguridad, que al ser el experto toma acciones clave como realizar los exámenes de manejdddddso; pero también lo acompaña con una profesionalización y capacitación constante para que puedan impartir esa cultura de seguridad y hacer ese cambio de conciencia de riesgos en los demás colaboradores que conducen.s
Por último, señaló que en el tema de mantenimiento es fundamental, recordando que de hecho esto fue lo que dio inicio a su modelo de seguridad, por lo que Bimbo se enfoca en tener vehículos seguros, con el adecuado mantenimiento y sustentable.
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