A fin de seguir profesionalizando el transporte público en las principales ciudades del país, ahora las medidas también deberán tomar un carácter ambiental, pues las tendencias sostenibles así lo indican, considera Nicolás Rosales, Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).

El directivo explicó que para construir un transporte público más eficiente y amigable con el ambiente, es necesario, por un lado, adquirir nuevas tecnologías y, por otro, generar las condiciones para que la operación de los vehículos sea más eficiente. 

“Si bien la electromovilidad sigue siendo una tendencia importante en las principales ciudades de México, aún falta mucho por hacer con los combustibles fósiles, además de que en 2025 ya entrará en vigor la última parte de la NOM-044 para comprar unidades Euro6”, afirmó. 

Y la tecnología, aclaró Rosales, no solo se trata de vehículos nuevos, sino de la implementación de un sistema integral que arrope las mejores prácticas a nivel mundial, como el pago con tarjetas, estaciones más efectivas y modelos de negocio que permitan a las propias empresas elevar el nivel de sus servicios. 

Tres claves para pasar de hombre-camión al modelo de empresa

Sobre la profesionalización, la AMTM se ha pronunciado sobre la urgente necesidad de que el transporte público migre del modelo de hombre-camión a una empresa formal, ya que es la única forma de dar un salto cualitativo en torno a la calidad y eficiencia del servicio. 

Y no sólo eso, sino que ahora también la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial estableció los objetivos en torno a su materialización con carácter municipal, a fin de cambiar los paradigmas del sector de manera regional.

Es por eso que Nicolás Rosales señaló que ya existen esfuerzos en torno a este fenómeno, pero para seguir impulsando el cambio de hombre-camión a empresa es importante tener consideraciones muy particulares. 

La primera clave, señaló, es el reordenamiento, pues distintos estudios han establecido que las viejas formas de operar el transporte han quedado obsoletas, de tal manera que resulta esencial hacer este cambio para acceder a mejores condiciones en favor del usuario, de la sociedad y del ambiente. 

“Con esto, el hombre-camión que se integra a una empresa de distintos socios tiene acceso a mejores condiciones de financiamiento, lo que se traduce en poder renovar su parque vehicular y ofrecer un mejor servicio a los usuarios, de manera más segura, eficiente y amigable con el ambiente”, señaló Rosales. 

Otro punto a considerar son los estudios de impacto en origen-destino, a fin de actualizar el conocimiento que se tiene en torno a los usuarios, sus demandas y sus necesidades, a fin de reorganizar la oferta que se da en el transporte público. 

De esta manera, explicó, el hombre-camión que se mude a empresa puede ofrecer vehículos de mayor capacidad y con más tecnología, lo que significa mayor eficiencia y confort para los usuarios. 

Y una tercera clave para la modernización en el servicio está relacionada con las sinergias entre los transportistas, las autoridades y los proveedores de la industria, ya que mientras los primeros se comprometen a formalizar su operación, los segundos ponen las condiciones y los terceros se adaptan para crear este círculo virtuoso. 

“Hay que recordar que el transporte público, en efecto, es un servicio, pero al mismo tiempo es un negocio, y los objetivos son satisfacer las demandas de los usuarios de manera segura y asequible, pero al mismo tiempo poder vivir de esta actividad y ofrecer condiciones competitivas a quienes trabajan en este sector”, agregó el presidente de la AMTM.

“Pero también necesitamos financiamiento”

Acaso el punto medular de toda la ecuación para la nueva movilidad está en el financiamiento, ya que para mejorar el servicio y renovar la flota es fundamental contar con los recursos o los estímulos necesarios.

A pesar de los importantes avances en el marco legal para impulsar una mejor movilidad en el país, el gran pendiente para solventar el capítulo del transporte público está en el financiamiento, pues resulta indispensable contar una mejor flota.

“Renovar la flota e implementar más y mejores tecnologías deben venir acompañadas de recursos, estímulos y diversos planes de financiamiento, ya que esto resulta crucial para dar los pasos necesarios hacia una mejor movilidad en las grandes ciudades, pues por muy buenas intenciones que haya en las leyes y reglamentos, si no hay los recursos, esto se puede quedar en eso, en buenas intenciones”, afirmó.

Las autoridades, por un lado, deben ofrecer planes o facilidades para acceder a recursos que permitan la evolución del servicio, ya que, como se dijo, el esquema de hombre-camión ya es insostenible, además de que el trabajo y la gestión de organismos como la AMTM, cámaras y asociaciones para acceder al financiamiento de las armadoras de autobuses complementa la pinza para crear un ecosistema holístico, con opciones accesibles y asequibles para los prestadores de servicio.

“Nuestra agenda, en gran medida, es tocar puertas, generar estrategias, sinergias, y acompañar a los proveedores del servicio y también a las autoridades que han alzado la mano para participar en este cambio, y en eso estamos y seguiremos trabajando también”, continuó el directivo.

“Las nuevas formas de hacer las cosas requieren no sólo buena voluntad, sino también financiamiento, estrategias conjuntas de movilidad y mejores sinergias en el sector, ya que hoy se puede vislumbrar un avance que será en beneficio de todo el país, principalmente para usuarios y proveedores.

Por último, el directivo aclaró que pasar de hombre-camión a empresa no significa que todos los corredores deban convertirse en sistemas BRT, pues estos fenómenos no son los más adecuados para todo tipo de movilidad urbana, así que lo ideal es hacerlo en todos y cada uno de los rincones del país en los que sigue imperando el modelo viejo y cada vez más deficiente.

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