El transporte refrigerado y la cadena de frío tienen ante sí un panorama de oportunidades en México, ya que la necesidad de seguir aumentando sus capacidades supone un área de crecimiento, pero al mismo tiempo un desafío en ciernes para incrementar su potencial.
Se prevé que en los próximos años, los principales retos de la cadena fría se centren en las disrupciones de la cadena de suministro, el aumento en la demanda del servicio y el crecimiento poblacional, que para el país sería de 155 millones hacia 2050, lo que representan grandes desafíos para las empresas del autotransporte.
En este sentido, el gurú de la logística en México Arturo Frías señala que hay espacio suficiente para que más transportistas participen y crezcan en este segmento; sin embargo, destaca que hay una serie de puntos que deben tomarse en cuenta:
Prepararse ante el nearshoring
Ante el nearshoring, explica Frías, las empresas que buscan mudar su producción, sobre todo las asiáticas, están evaluando varios factores, como la regulación, que sitio destino sea de manufactura, procesamiento y de logística; y la movilidad.
En ese sentido, considera que en la frontera están preparados para lo que se viene, por lo que será necesario que esa preparación también se dé hacia el sur del territorio.
Asimismo, considera que entre los factores que se deben tener para atender esta coyuntura se encuentran los almacenes y el transporte frío: «Si no lo hay, se van a ir. Cuando nos toquen a la puerta, deberemos de ser capaces de generar lo que nos falta».
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Déficit en la cadena fría
Frías resalta que, de acuerdo con estudios recientes para dimensionar el mercado de la cadena fría en varios países, Estados Unidos tiene un mercado valuado en cerca de 39,000 millones de dólares e Inglaterra de 23,000 mdd; mientas que en México este valor es apenas de 4,780 mdd.
Respecto al desafío de la infraestructura, agrega que EU cuenta con 131 millones de metros cúbicos (m3) en cámaras refrigeradas, en grandes almacenes refrigerados; y México tiene sólo 15 millones de m3. Si a estos datos se les considera su población, el país debería contar con 50 millones de m3.
«Estamos con un déficit de 35 millones de m3; más del doble de lo que tenemos. En conclusión, no hay almacenes que puedan asegurar para gestionar todos los productos que hoy en México se pueden mover o se deben mover en la cadena fría. Ahí tenemos una gran gran oportunidad».
Y añade que antes las expectativas de que la población en el país ascienda a 150 millones para el 2025, desde los 127 millones en la actualidad; esta situación se agudiza, ya que la escasez de capacidad de almacenamiento sería aún mayor: «Tenemos que meterle una gran velocidad a construir esa capacidad».
En otro punto, destaca que en el transporte se habla de un parque vehicular en México de 1.5 millones de unidades, de las cuales 7.6 representan cadena fría, es decir, están acondicionados para manejar y transportar con una sola temperatura o hasta en temperaturas múltiples. Así, el requerimiento al consumo de frío y congelado contra el total de consumo en materia de alimentos es el 20%, por lo que hay un déficit de 12.4 en este otro factor clave de la logística en cadena fría.
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Combatir el rezago
La necesidad de tener más control y proximidad del aprovisionamiento, como el nearshoring, que derivó del impacto que la pandemia tuvo en la cadena de suministro, presiona a México para construya la escasez de capacidades que le faltan en la cadena de frío.
Por ello, apunta, desarrolladores de parques industriales ya trabajan en puntos específicos para poder atender la demanda de espacios de las empresas que podrían llegar al país, ya que si se logra captar aunque sea una mínima parte de esta relocalización se requiere al menos duplicar duplicar la capacidad instalada.
En la cadena fría, explica, los actores más fuertes las grandes farmacéuticas, las cuales construyen sus propias instalaciones para atender sus propias necesidades de stock centralizado; sin embargo, éstas permean la distribución a operadores logísticos, quienes se encontrarán con el requerimiento de empezar a desarrollar más almacenes.
Trabajo conjunto, el llamado
Así, ante el déficit de capacidades necesarias para hacer frente a entornos como el generado por el nearshoring, el especialista indica que el llamado no es exclusivo para los desarrolladores y operadores logísticos, sino también para los demás actores, como las autoridades, que pueden impulsar esto a través de leyes y normativas, como las que regulan que no se pierda la cadena fría.
De igual manera, exhorta a las asociaciones de logística a buscar y generar los planes para trabajar de la mano con los gobiernos, a pesar, añade, de que la expectativa actual sea complicada: «Se ve difícil, por lo que veo más viable pisar el acelerador con desarrolladores de parques y el transporte».
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Costos y cómo hacerles frente
Los costos logísticos de la cadena de frío en México representan entre 15 y 20%, esto es al menos de 3 a 8% más que una cadena de suministro en seco, de acuerdo con un reporte de de acuerdo a Ernest & Young; además de que estos están orientados a mantener la frescura para que los productos lleguen al consumidor final en condiciones adecuadas o aptas para el consumo.
«Porque son más caros todos los recursos y es más costoso mantener que un almacén seco», apunta el especialista. Esto debido a que equipo que utiliza el personal de operación dentro de un almacén y/o un transporte refrigerado añade más costo a la mano de obra, ya que hay equipos de seguridad industriales especializados, como googles, overoles, botas, guantes, cascos, entre otros, los cuales van mermado debido a las condiciones en las que se trabaja.
Ademas de la capacitación especializada para la manipulación y maniobrara de objetos con temperatura y certificaciones en seguridad para las personas que operan estos sistemas de almacenamiento y transporte.
Para hacer frente a los elevados costos, el gurú de la logística destaca que pueden buscarse sinergías con otras empresas, como crear una red logística con otros modos de transporte; así como atender las tendencias y avances tecnológicos, ya que estos buscan reducir el consumo energético, y por tanto el gasto en ello.
«Una cuestión que vemos en México es que la tecnología evoluciona cada vez más y también en cadena fría. Muchos no lo ven y siguen con algo obsoleto de hace 20 o 30 años; ya hay diseños de cámaras frías que te permiten reducir mucho los costos y hay rediseños de las redes logísticas que permiten acomodar estas cámaras donde deben estar».
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Capacitación del operador, fundamental
Frías señala que en la lista de las características del transporte refrigerado se encuentra la capacitación del operador, ya que el conductor debe conocer y entender las diferencias de operación en caja seca y en un camión refrigerado.
A manera de ejemplo, menciona que ante una avería de la unidad, el operador podría descender de la unidad y revisar la caja fría, lo que ocasiona que «rompa» la temperatura y ponga en riesgo la mercancía.
«El principal desafío es que no haya ruptura del frío en toda la cadena, desde que sale hasta que llega. Y para todo esto hay procesos, nosotros en Global Logistics Consulting hemos hecho mucha reingeniería de procesos y al final todo se acaba en instrucciones esquemáticas, en un manual de buenas prácticas que les dice qué hacer y estar capacitándolos constantemente».
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