Inspecciones de seguridad realizadas en la Aduana de Nuevo Laredo, como parte de las acciones de seguridad acordadas entre México y Washington, han derivado en filas superiores a los 16 kilómetros para el cruce de carga y en tiempos de espera de hasta ocho horas de los operadores del transporte. 

Las acciones del Gobierno de Donad Trump, que en el pasado han provocado cuellos de botella para el transporte de carga en la frontera con México, ya surten sus primeros efectos en su segundo mandato al frente de La Casa Blanca. 

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Tras la instalación de dispositivos de Rayos X del lado de Estados Unidos, la operación se ha visto seriamente afectada, con una espera de entre siete u ocho horas para cruzar hacia ese país”, comparte un transportista que opera en la zona. 

A lo anterior se suman las “inspecciones aleatorias” realizadas por la Guardia Nacional en los tres puentes internacionales de Nuevo Laredo; esto, como parte de las acciones para frenar la migración y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, dos de las prioridades de Donald Trump. 

En sus redes sociales, el Gobierno de Nuevo Laredo informó que “mantiene un diálogo permanente con la Federación para optimizar los procesos, buscando reducir tiempos de espera, evitar filas y garantizar un flujo ordenado tanto para viajeros como para el sector comercial”. 

Cerca de las 13:00 horas de este miércoles, el Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce) de la región noreste informó de una fila de 16 kilómetros en el Libramiento México II que conecta con el Puente de Comercio Mundial. 

En la carretera Piedras Negras, que también conecta con la Aduana de Nuevo Laredo, la carga vehicular formaba una línea de 13 kilómetros, situaciones que afectan directamente al transporte de carga.

Operadores alistan paro en Nuevo Laredo

Ante los problemas operativos vividos en la Aduana de Nuevo Laredo, en redes sociales circula un llamado para que transportistas y operadores realicen un paro de actividades este jueves 27 de febrero a las 10:00 AM, en el denominado Puente Mocho. 

La información difundida expone el hartazgo de los operadores transfer, quienes cobran por cruce, y del sector transporte en general por las largas horas de espera y los costos que representa el cuello de botella vivido en la principal aduana de América Latina. 

El impacto de esta crisis no solo afecta nuestra operación diaria, sino que reduce drásticamente nuestras oportunidades de trabajo y nuestros ingresos”, exponen los afectados y hacen un “llamado a la unidad y la acción». 

La situación vivida en Nuevo Laredo no es aislada, en Reynosa, Tamaulipas, medios locales han reportado revisiones por parte de la Guardia Nacional, en el cruce hacia Estados Unidos, con una espera de hasta tres horas. En menor medida se ha afectado la aduana de Piedras Negras, Coahuila.

Los cuellos de botella y sus efectos en la logística de las cadenas de valor entre Estados Unidos y México es uno de los principales riesgos del transporte, adicional a las decisiones arancelarias que se pueda tomar, con el regreso de Donald Trump al Gobierno de Estados Unidos. 

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