A través de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), el Gobierno de Joe Biden emitió las normas nacionales finales sobre los estándares de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) para vehículos pesados, para los año modelo 2027 a 2032.
De acuerdo con esta dependencia, la nueva medida, que aplica a camiones, tractocamiones y autobuses, evitará 1,000 millones de toneladas de emisiones de GEI y proporcionará 13,000 millones de dólares en beneficios netos anualizados a la sociedad relacionados con la salud pública, el clima y el ahorro para los transportistas.
Los estándares finales también reducirán la peligrosa contaminación del aire, especialmente para los 72 millones de personas en los Estados Unidos que viven cerca de las rutas de autotransporte de carga, destacó la EPA.
El documento denominado “Normas de emisiones de gases de efecto invernadero para vehículos pesados - Fase 3” tiene el objetivo de ofrecer mayor certidumbre a la industria, al tiempo que catalizará la inversión privada, respaldará los empleos manufactureros de Estados Unidos en tecnologías de vehículos avanzadas y revitalizará la economía del país.
Estándares de la Fase 3
La EPA destacó que están basados en el programa de la Fase 2 de vehículos pesados de 2016 y mantienen la estructura flexible de ese programa, que está diseñada para reflejar la naturaleza diversa de la industria de vehículos pesados.
Los estándares son tecnológicamente neutrales y se basan en el rendimiento, lo que permite a cada fabricante elegir qué conjunto de tecnologías de control de emisiones se adapta mejor a ellos y a las necesidades de sus clientes.
Las tecnologías disponibles incluyen vehículos avanzados con motores de combustión interna, híbridos, eléctricos híbridos enchufables, eléctricos de batería y de celda de combustible de hidrógeno.
Estos nuevos estándares se aplican a vehículos vocacionales de servicio pesado, incluyendo tractocamiones y así como de camiones reparto, recolectores de desechos, de servicios públicos, y autobuses.
En relación con la medida, la norma final de la EPA proporciona más tiempo en los primeros años del modelo del programa para el desarrollo de tecnologías de vehículos y el despliegue de infraestructura de carga y reabastecimiento de combustible.
La regla final también incluye flexibilidades que ayudarán a los fabricantes a cumplir con los estándares en los primeros años del programa, preservando al mismo tiempo los incentivos para la adopción temprana de tecnologías avanzadas.
La EPA dio a conocer que recibió una amplia retroalimentación sobre la regla propuesta, incluidos más de 175,000 comentarios públicos, testimonios en audiencias públicas y participación de grupos de partes interesadas.
Los estándares finales de gases de efecto invernadero para vehículos pesados de hoy completan el Plan de Camiones Limpios, emitido en 2026 por la EPA, para reducir las emisiones GEI y otros contaminantes atmosféricos dañinos como óxidos de nitrógeno (NOx) y el material particulado (PM). Asimismo se complementan con los estándares para vehículos ligeros y medianos (que cubren camiones Clase 2b y 3) recientemente presentados para los modelos 2027 a 2032.
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La EPA señaló que, según estos nuevos estándares y después de contabilizar los créditos fiscales para la compra de vehículos previstos en la Ley de Reducción de la Inflación del Presidente Biden, el comprador típico de vehículos pesados de carga con nueva tecnología limpia en 2032, cuando los estándares se implementen por completo, ahorrará dinero en el costo inicial de las unidades y recuperará costos adicionales, en dos a cuatro años. Además, se estima que podría ahorrar entre 3,700 y 10,500 dólares en costos de combustible y mantenimiento anualmente, dependiendo del tipo de vehículo.
Respecto a la infraestructura de recarga para las nuevas tecnologías, la EPA argumentó que un análisis encuentra que el reabastecimiento de combustible y las cadenas de suministro estarán disponibles para respaldar los estándares finales.
Al mismo tiempo, se ha comprometido a monitorear y rastrear activamente las tecnologías que los fabricantes de vehículos pesados están desarrollando e implementando, y el despliegue de infraestructura de carga eléctrica y abastecimiento de hidrógeno para vehículos pesados para garantizar la implementación exitosa de la Fase 3.
Tiene objetivos inalcanzables: ATA
En respuesta a los nuevos estándares, la American Trucking Associations (ATA) señaló que tienen objetivos inalcanzables, con consecuencias reales para la cadena de suministro de Estados Unidos y el movimiento de carga en toda la economía.
“ATA se opone a esta regla en su forma actual porque los objetivos posteriores a 2030 siguen siendo completamente inalcanzables dado el estado actual de la tecnología de cero emisiones, la falta de infraestructura de carga y las restricciones en la red eléctrica”, dijo Chris Spear, Presidente y Director General del organismo.
“Dada la amplia gama de operaciones que requiere nuestra industria para mantener la economía en funcionamiento, una regulación de emisiones exitosa debe ser neutral desde el punto de vista tecnológico y no puede ser única para todos”.
La ATA destacó que si bien la regla final de la EPA incluye tarifas más bajas para vehículos de cero emisiones para los años modelo 2027 a 2029, las tasas de penetración forzadas de este tipo de unidades impulsarán sólo la inversión en baterías eléctricas y en hidrógeno, lo que limitará otras opciones.
“Aunque estamos decepcionados con la regla de hoy, continuaremos trabajando con la EPA para abordar sus deficiencias y avanzar en objetivos y cronogramas de reducción de emisiones que sean realistas y duraderos”, dijo Spear.
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