Autoridades de los distintos niveles en México y el sector industrial deben segmentar la estrategia para descarbonizar el transporte, con medidas específicas para las medianas y grandes empresas, así como para las micro y pequeños transportistas, fue una de las conclusiones del Foro ANPACT Descarbonización del transporte de pasajeros y carga en México.

Este martes, en la Ciudad de México, la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANPACT) reunió a la industria, autoridades, organizaciones empresariales, academia y a organizaciones no gubernamentales para discutir los “Retos para la descarbonización y el desarrollo de Infraestructura energética para el autotransporte sustentable”, espacio donde se propuso generar estrategias enfocadas a la modernización de la flota de vehículos pesados en México, de acuerdo a la capacidad económica de los permisionarios. 

Hay que separar los incentivos de los grandes transportistas con los pequeños. No le puedes decir a un Hombre-camión que no puede circular porque su unidad es obsoleta, hay que cuidar esos empleos en el proceso de descarbonización”, planteó Sofía Ramírez, Directora General de México, ¿Cómo Vamos?

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Sobrevivir a la descarbonización en el Foro ANPACT

Durante el Foro ANPACT de Descarbonización del autotransporte de pasajeros y carga en México, la especialista evaluó que en el proceso no se trata con un solo perfil de transportista y “no todas las familias que dependen del sector van a poder sobrevivir una transición en los mismos términos”. 

Detalló que asociaciones como la ANPACT tienen la capacidad de identificar las localidades donde se necesitan las inversiones en infraestructura energética y los talleres de mantenimiento para que, a partir de ahí, junto con las autoridades locales y federales, se trabaje con las necesidades de las empresas transportistas. 

Necesitamos irnos por partes, por eso segmentaba entre los transportistas grandes, que son las empresas que tienen capacidad de inversión, ahí tenemos una estrategia distinta que puede ser irnos a distancias más largas, parques industriales, trabajar con el Gobierno federal para que haya una proveeduría de energía eléctrica limpia”, detalló. 

En el caso del hombre-camión y las pequeñas empresas de transporte, quienes representan 96% de los permisionarios del autotransporte y concentran la mitad de la flota en circulación, un buen comienzo sería iniciar con la sustitución de flotas recolectoras de basura y el transporte público, abonó la economista.

Añadió que, al Gobierno federal no le alcanza dar subsidios, por ello, un elemento clave es proporcionar los incentivos adecuados para apoyar a las empresas en la adopción de nuevas tecnologías, de acuerdo con sus necesidades. Aquí es donde entran los créditos fiscales y la exención de impuestos para que quienes quieran sumarse no enfrenten mayores erogaciones. 

Certidumbre para la proveeduría

Por el lado de la proveeduría, Sofía Ramírez coincidió en que se debe crear una “cancha pareja” que dé certeza jurídica a la inversión. Esto abarca desde las patentes y los permisos obtenidos, para que las reglas no cambien en el proceso, 

Para que la inversión llegue tenemos que tener certeza, a nivel doméstico tenemos que demandarle al gobierno que haya seguridad carretera, inversión en la logística, generación de incentivos a la inversión en investigación y desarrollo, que está por debajo de países como Brasil y Argentina”, afirmó. 

Descarbonización en la agenda del Gobierno 

Rodolfo Osorio, Director de Electromovilidad de Secretaría de Economía (SE), sostuvo que desde el Gobierno federal se trabaja en principios fundamentales que antes no se tenían, como la coordinación interinstitucional entre autoridades como la Semarnat, Sener, Sedatu y la SICT para impulsar la descarbonización del transporte. 

Se está planteando claridad en normatividad y estándares, principalmente para los usuarios y fabricantes, esto facilitará a transitar en estos temas”, externó. 

Durante el foro organizado por la ANPACT, el funcionario recordó que el Plan México prevé incentivos para el nearshoring o políticas para la infraestructura, con incentivos fiscales y programas de capacitación. Además, dijo, se trabaja en estrategias de financiamiento con Banobras, Nafin, KFW México y GIZ. 

Reconoció que la descarbonización del transporte es un reto mayúsculo para México, donde hace falta tener normas más estrictas con fechas límite para la renovación de flota, en especial cuando se tiene una extensa circulación de tecnologías antiguas. 

En el panel “Retos para la descarbonización y el desarrollo de Infraestructura energética para el autotransporte sustentable” también participaron Casiopea Ramírez, Partner de Fresh Energy Consulting y Alfredo Martínez-Morales, Profesor Investigador de la Universidad de California Riverside; bajo la moderación de Alejandro Osorio, director de Asuntos Públicos y Comunicación de la ANPACT.

Entre el público, Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), sostuvo que el proceso será paulatino e involucra a las distintas tecnologías, con los motores a diésel, con el DUBA, el gas y los vehículos eléctricos, entre otras innovaciones. 

En tanto, Claudio Gallegos, representante de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), sostuvo que, mientras se habla de avances tecnológicos y de la necesidad de avanzar en la reducción de emisiones, los transportistas aún no cuentan con un abasto estratégico de DUBA, tarea que está en manos del gobierno. 

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