La inminente llegada de la Inteligencia Artificial (IA) a los distintos eslabones de la cadena de suministro demanda claridad para los colaboradores de cada empresa y que sepan qué son estas tecnologías y cómo van a ayudar a su labor. Se trata de un aspecto clave en el éxito de su implementación. 

Sobre el tema, Sandra Aragonez, Presidenta del Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), comparte que es un pilar fundamental que se permee a cada colaborador cómo impacta la IA a su labor y cómo alimenta el logro de sus objetivos. 

“Si eso no se permea, empiezan las ambigüedades, empiezan los miedos como ‘¿qué va a pasar conmigo?’ Creo que la clave es una comunicación transparente, una estrategia muy clara de cuáles son los puntos clave y de cada cuándo se tienen que comunicar”, señala.

En entrevista para TyT, precisa que se trata de definir una estrategia de gestión del cambio, donde se precise los aspectos a comunicar, quiénes conforman las partes interesadas en esta implementación e incluso quiénes estarán liderando el despliegue de la IA.

Sandra Aragonez agrega que hay casos en los que la IA llega a las empresas por imposición y no necesariamente se ha seguido un proceso con los colaboradores, en el que se les informe para qué y cuáles son los beneficios.

En este renglón, un punto clave es proveer la capacitación correcta al capital humano, considerando que no todos son nativos digitales, que hay una convergencia entre diferentes generaciones, contextos y grados de estudios.

“Una de las claves es poder centrarnos en cómo voy a capacitar y a empoderar al capital humano para que realmente la tecnología sea un habilitador para ellos”, expresa Aragonez. 

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La experta explica que algunas empresas, al momento de implementar la IA, minimizan el impacto del desarrollo del capital humano y de nuevos skills: “No me refiero a enseñar a utilizar la Inteligencia Artificial y ya está, sino desarrollar capacidad analítica y toma de decisiones, tengo que empoderarlos”. 

Asimismo, comenta, se debe tener claro cuáles son los indicadores que se van a seguir con la implementación, esto permitirá medir el éxito y hacer los ajustes, “pero sin esa claridad de objetivos, cómo lo voy a medir y qué le toca hacer a cada quien se vuelve sumamente difícil”. 

Así, además de una estrategia de gestión del cambio, de comunicación y empoderamiento, se debe tener claridad de cuál es el beneficio organizacional con esta tecnología, cuánto ahorro se tendrá en la operación, incluso cómo va a permear en tener una mejor calidad de vida para los colaboradores y el ambiente laboral.

“Ese tipo de situaciones creo que, en México, nos falta mucho para poder hacer un balance y que no sea implementar porque es lo que está de moda”, comenta la Presidenta de ConaLog.

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