Cuántas historias de traileros nacieron con diésel en las venas; cuántos operadores son hijos, nietos y hasta bisnietos de operadores; cuántas probabilidades hay de que te dediques a esto cuando tu padre, tus tíos y tus dos abuelos también eran conductores. Así nació TGC Logistics.
Gerardo Camacho Guadarrama es hijo de un operador de larga tradición, pero no fue sino hasta que se casó, a los 19 años, cuando tuvo que elegir su futuro, y como su suegro también era trailero, éste le consiguió trabajo manejando un torton.
Su hijo nació apenas un año después y ahora ya tenía la responsabilidad de una familia con tan solo 20 años, pero como el camión le gustó y salió bueno para el volante, todo fue cuestión de persistencia, de no rendirse.
Y desde el primer día empezó a ahorrar porque imaginaba ser dueño de su propio camión. Su hijo Gabriel nació con el mismo ADN y desde que tuvo conciencia siempre quiso ir con su padre a cualquier viaje.
De hecho, ambos recuerdan que Gabriel esperaba con ansias las vacaciones o el fin de semana para irse de viaje como copiloto de su padre. Y ya desde los 12 años sabía manejar el tracto y empezó con algunas maniobras.
Don Gerardo temía el momento que al final llegó. Cuando Gabriel tenía 17 años, le dijo a su padre que ya no quería estudiar, que mejor quería ser operador como él, como sus tíos y como sus dos abuelos. Así que si él no le enseñaba bien y lo apoyaba, los demás sí lo harían.
Pero el padre lo supo desde siempre. Sabía que su hijo tenía esa vocación y la pasión de quien ama los tractocamiones, la carretera y la vida al volante, así que le dijo una cosa:
Vas a empezar, pero cuando tengas mi edad ya debes tener tu propio camión. Y Gabriel se lo prometió, así que igual desde el primer día se puso a ahorrar.
Fue en 2011 cuando al final se arriesgaron, pues sabían que los sueños no esperan, más bien se construyen. Y eso hicieron con un tractocamión usado que sería el inicio de este sueño llamado TGC logistics, que significa Transportes Gabriel Camacho.
Mientras el hijo conduciría este primer camión, don Gerardo seguía trabajando para otra empresa; el principio fue tan duro que de su propia bolsa tenía que poner para los mantenimientos y cualquier contingencia.
Pero no se rindieron y siempre se enfocaron en la empresa. Desde el comienzo, Gabriel se enfocó en la estética de los vehículos, ya que sin importar que fueran nuevos o no, a él le gustaba traerlos siempre limpios y brillantes.
Incluso empezó a tunearlos, con accesorios en las llantas, al interior, en el cofre. Una personalización que siempre ha provocado que las personas en la calle se le queden viendo y les tomen fotos y videos.
Con el paso del tiempo consiguieron más clientes, más rutas y, por ende, más camiones, hasta que ya pudieron comprar vehículos nuevos.
Otra particularidad de la empresa es que a algunos de sus camiones los bautizaron con nombres muy particulares, como “El Canelo”, tomado de un caballo, o “El Charro”, sobrenombre del abuelo de Gabriel, y algunos más inspirados en alguna canción.
Hoy, TGC Logistics tiene más de 30 tractocamiones y recorren todo el país; hace unos años, don Gerardo dejó de manejar para dedicarse a administrar, pero de cuando en cuando se da sus vueltas, ya que conducir es su pasión.
Y su hijo también, sigue personalizando sus tractos y no suelta el volante, pues se trata de una pasión compartida.
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De cara al futuro, la empresa seguirá creciendo con base en el trabajo, el servicio y el buen trato a los operadores. Esta historia, nacida en Toluca, Estado de México, sin duda es un caso de éxito de que los sueños se cumplen.
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