A junio de este año, la flota de autotransporte de carga destinada al servicio público federal llegó a un millón 286,042 unidades motrices y de arrastre, lo que supone un incremento del 5% comparado con el mismo mes del año pasado.

De acuerdo con datos de la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF), este aumento está impulsado por el aumento en las unidades de arrastre, que llegaron a los 637,598 remolques y semirremolques. 

Concretamente, este segmento creció 5.1% frente a lo contabilizado en junio del año pasado.

Por otro lado, los vehículos motrices incrementaron 4.8% anual, al llegar a los 647,906 camiones y tractocamiones. 

En este renglón sobresale el desempeño de los quinta rueda que, con 414,633 unidades, representan el 63.9% de los vehículos de arrastre. 

La flota de tractocamiones de tres ejes aumentó 5.5% frente a junio de 2022, colocándose como el tipo de vehículo de mayor crecimiento en el autotransporte federal de carga. 

Los datos de DGAF también revelan que, en cuanto a tipo de servicio, la carga especializada fue la de mayor incremento, con un ascenso del 6.4% anual. 

No obstante, la flota dedicada a la carga general sigue representando la mayoría, con  un millón 107,216 unidades. Este segmento incrementó 4.7% frente a junio de 2022. 

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Una flota más vieja

La DGAF también deja ver que la antigüedad promedio del parque vehicular del autotransporte de carga se coloca en los 20 años a junio de este año. 

Si bien a principios de 2022 el sector rompió la barrera de las dos décadas, es en este 2023 que no ha logrado bajar de los 20 años. 

A saber, en enero estableció el récord de los 20.37 años promedio. La cifra ha descendido desde entonces: 20.31 en febrero, 20.23 en marzo, 20.17 en abril y 20.08 en mayo. 

De acuerdo con la tendencia que muestra la propia estadística de esta oficina de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el promedio podría seguir disminuyendo en la segunda mitad del año hasta encontrar su punto más bajo en diciembre. 

Sin embargo, las bajas reportadas en los últimos años no han sido suficientes para marcar un descenso significativo en la antigüedad promedio de la flota de carga. 

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