Al igual que otros fluidos y componentes, el líquido de frenos de un tractocamión resulta indispensable para su correcto funcionamiento, razón por la que hay que estar muy al pendiente sobre su drenado y oportuno mantenimiento.
Si bien su función y otros aspectos suelen ser desconocidos para algunos conductores, nunca está de más conocer cada parte y componente del tractocamión, a fin de entender su funcionamiento y conseguir el mejor desempeño.
El líquido de frenos juega un papel crucial en el proceso de frenado de tu camión, ya que ayuda a transmitir el movimiento y la fuerza que se genera cuando presionas el pedal del freno.
Una consideración mayor es que, al momento de frenar, se crea calor extremo, lo que puede hacer que la humedad se condense dentro del sistema hidráulico de los frenos.
Entre otras funciones, el líquido de frenos se encarga de absorber esta humedad y evita que el sistema se caliente en exceso y ocasione daños.
Y también funciona como lubricante para todas las partes móviles e impide la corrosión. Por esto, debe permanecer fluido en todas las temperaturas.
Es por eso que en esta entrega de las Esenciales TyT, abordamos este tema, para conocer cuándo y cómo cambiar el líquido de frenos de un tractocamión.
Por lo general, se recomienda realizar el cambio de este fluido cada 21 ó 36 meses en condiciones de uso regulares. La escala de tiempo exacta depende del nivel de humedad en el lugar donde te encuentres.
Especialistas coinciden en que no es óptimo añadir este líquido de manera periódica y, en cambio, un nivel bajo del fluido típicamente significa que las pastillas de freno se encuentran gastadas y que será necesario reemplazarlas pronto.
Si notas un bajón súbito en el nivel del fluido de freno, esto podría ser una señal de un problema en el sistema de frenado o que simplemente es necesario cambiarlos y, en tal caso, hay que llevar la unidad con un especialista.
El agua en el fluido de frenos puede tener efectos negativos en los componentes de este sistema. La presencia de humedad podría ocasionar que el caucho en los cilindros del neumático se deterioren, lo que ocasiona fugas que contaminan la zapata del freno dentro del tambor.
También puede aparecer corrosión dentro de los conductos de los frenos, particularmente cuando están hechos de cobre. Aquello podría hacer que las mangueras flexibles empiecen a abultarse con el tiempo y terminen partiéndose.
Cómo purgar el líquido de frenos
Ahora bien, si al momento de pisar el freno parece como si pisaras una esponja de cocina, significa que ha entrado aire en el sistema de frenos.
Es momento de purgar el líquido de frenos, ya que al generar la presión sobre él, el aire se comprime y, en algunos casos, no logra generar la presión suficiente para activar los pistones de las balatas, o no los presiona por completo.
1. Localiza el purgador
Detrás del sistema de frenos hay un tornillo y una manguera que te servirán para realizar la purga del líquido de frenos. Para llegar a él será más fácil si el vehículo está elevado; puedes utilizar un gato o torres.
No olvides colocar un trapo o una capa gruesa de periódicos para que no cause manchas. Recuerda que el líquido para frenos puede ser corrosivo.
2. Manguera para purgar
Coloca una manguera flexible sobre el tornillo de purga e inserta el otro extremo a un bote de vidrio o plástico. Rellena el frasco con líquido de frenos. Si no tienes una manguera flexible, solamente asegúrate de colocar el envase en donde caerá el producto.
3. Presionar el pedal del freno
Es momento de pedir que alguien te ayude a presionar el freno, y que te indique cuando hace y cuando lo libera.
Después de bombear el pedal del freno algunas veces, debe mantenerlo presionado, mientras aflojas el tornillo de purga. Si tienes el recipiente con líquido de frenos, podrás ver las burbujas salir por la manguera.
Cuando el pedal continúa presionado, cierra el tornillo y espera a que tu amigo te confirme que el pedal volvió a su posición original: arriba.
Repite este procedimiento hasta que las burbujas dejen de aparecer en el líquido de frenos.
4. Rellena el sistema
Una vez que has completado la purga en la primera estación, deberás rellenar con líquido de frenos todo el sistema de frenos.
Para esto abre la tapa superior del cilindro maestro y rellénalo con un recipiente nuevo. Hazlo despacio, no querrás que el líquido de frenos atrape burbujas de aire y tengas que comenzar de nuevo.
5. Repite el proceso
Una vez que has terminado con la primera estación de tu auto, debes repetir el proceso con los otros 3 discos y o tambores. El líquido de frenos que debes agregar depende de si tu auto o moto están equipados con sistema de frenos ABS o no.
Se debe a que la temperatura que debe soportar es distinta en cada uno, por lo que el líquido de frenos también lo será.
Existen muchas herramientas que te pueden ayudar en el proceso de la purga de unos frenos, como pistolas de vacío y otras más que facilitarán tu trabajo. También reducirán de manera considerable el tiempo que te toma hacer la purga.
6. Prueba los frenos
Una vez terminada la tarea, asegúrate de limpiar bien todos los sitios en donde pudo haber caído líquido de frenos, para evitar que se puedan dañar.
Es momento de probar que los frenos han quedado correctamente purgados: lleva tu coche a dar una vuelta, a una velocidad muy baja, y frena constantemente para probar que la sensación de pisar una esponja ha desaparecido.
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