El autotransporte de carga y pasaje es una actividad productiva, esencial para que la economía del país se mueva. En la primera mitad del año, contribuyó con 5.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y genera de forma directa más de un millón 385,000 puestos de trabajo.

En esta edición abrimos un espacio para reconocer a esta valiosa industria del autotransporte de carga y pasaje que enfrenta múltiples retos para avanzar y que, sin embargo, siempre logra mantener la marcha. En TyT celebramos 70 años de informar y reafirmamos nuestro compromiso de abonar a su desarrollo en el país.

A la carga

El autotransporte de carga es un termómetro del desempeño de la economía, ya que se trata del principal modo de transporte utilizado en el país para movilizar los bienes y mercancías; de hecho, también es el rey del comercio internacional de México. 

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En la primera mitad del año, el PIB del transporte de carga carretero creció 4.1% anual, mientras que la economía lo hizo a un ritmo de 1.9 por ciento, indican cifras a precios de mercado de Cuentas Nacionales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En 2020, cuando buena parte de las actividades sufrió una parálisis por el COVID-19 en el segundo trimestre, el PIB del autotransporte se hundió 10.1% en el año; sin embargo, la fuerte demanda proveniente del exterior fue un motor importante que condujo hacia la recuperación a los transportistas al servicio de las manufacturas y el comercio exterior, principalmente. 

Ya con la reactivación del resto de los sectores en el país, como el turismo y el comercio, esta industria logró reponerse por completo este 2022: en el primer semestre, su PIB fue 1.3% superior al de igual lapso de 2019, cuando la pandemia aún no amenazaba al mundo. 

Autotransporte, poderosa labor 

Para dimensionar el peso del autotransporte de carga en la economía, es preciso explicar que su valor es 5.5 veces superior al generado por la fabricación de maquinaria y equipo e, incluso, aporta 3.5 veces más al PIB que las industrias de bebidas y tabaco. 

En la primera mitad del año, el sector movilizó por aduanas el 62.9% de las exportaciones y el 44% de las importaciones mexicanas, más que cualquier otro modo de transporte, de acuerdo con datos del Sector Externo.

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El autotransporte traslada bienes y mercancías de más de 100 ramas de la economía. Los principales generadores de carga son: el comercio de abarrotes y alimentos, la industria automotriz, la construcción y la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, señala la Colección de Estudios Sectoriales del Inegi. 

Este sector genera casi un millón de empleos; no obstante, presenta problemas para captar su capital humano, ya que el personal ocupado en los primeros siete meses del año, es 4.4% inferior al de igual lapso de 2019, de acuerdo con la Encuesta Mensual de Servicios (EMS).

El valor de eliminar distancias 

Así como es indispensable mover carga para dinamizar la economía, también lo es trasladar personas a sus sitios de trabajo, escuela, actividades recreativas e, incluso, por motivos de esparcimiento de un estado a otro, y el responsable de ello es el autotransporte de pasaje en sus distintas modalidades. 

El transporte de pasaje carretero representa el 2.1% del PIB nacional, así lo marcó su desempeño en la primera mitad del año, lapso en el que creció 37.9% a tasa anual. Esto obedece a que se mantiene en proceso de recuperación, luego de caer 38.2% en 2020, por efectos de la pandemia. 

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El autotransporte de pasaje es la segunda actividad que más contribuye a la economía dentro de los transportes, correos y almacenamiento, y es una de las más afectadas por las restricciones a la movilidad y las medidas de sana distancia impuestas por los Gobiernos para reducir los contagios de COVID-19. A la fecha, su PIB se mantiene 1.8% por debajo de 2019. 

El aporte del autotransporte de pasaje a la economía es cuatro veces superior al de los servicios de esparcimiento, culturales, deportivos y otras actividades recreativas. De ahí la importancia de que cuente con las herramientas necesarias para acelerar su recuperación. 

Antes de la pandemia, el transporte colectivo urbano, el foráneo, el escolar y el de personal —incluido el alquiler de autobuses con conductor—, generaba en su conjunto 504,765 puestos de trabajo. 

En cambio, la crisis por la que aún atraviesa el autotransporte de pasaje derivó en una caída de 20 por ciento, registrando 402,701 puestos de trabajo en 2020, de acuerdo con el último reporte del Inegi. 

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