El autotransporte en México enfrenta nuevos retos en la ruta de la transición energética, entre éstos: la adaptación de las nuevas tecnologías y el acompañamiento de las mismas en su tropicalización.
Además, el sector debe cumplir con los nuevos estándares que exige la Organización de Naciones Unidas (ONU) para reducir la huella de carbono en el planeta hacia 2040 como lo demandó la COP20.
En ese camino, gobiernos, armadoras y transportistas deben avanzar juntos, sin embargo hay retos internos y externos que asumir, como es la homologación de los estándares tecnológicos, de las políticas públicas, y garantizar incentivos para la modernización de las flotas.
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En el marco de Expo Transporte ANPACT 2023, Israel Delgado, Vicepresidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) Región Noroeste, explicó que en esta transición los transportistas deben lidiar con las exigencias de la regulaciones nacionales estadounidenses y con las estatales, un desafío porque no existe homologación.
Durante el panel sobre la Transición a Cero Emisiones en el autotransporte, detalló que la falta criterios homologados en Texas con el resto de los estados EU, golpea al cruce fronterizo de mercancías y destacó el casos de Baja California que conviven con entidades del vecino del norte y sus normatividades.
Amplió que con las exigencias que tiene Estados Unidos sobre la circulación de unidades que no dañen al medio ambiente, el desafío de Baja California es que el 80% de los transportistas son pequeños y medianos, por lo que adquirir un financiamiento para la renovación es complicado, sobre todo, cuando el gobierno no promueve incentivos, mientras que éstos en EU son entre 200,000 y 300,000 dólares.
“Tenemos que empezar porque el 2025, ya está a la vuelta y para entrar a California ya necesitamos camiones nuevos. La entrada de la inversión a México no va a ser posible si no hay atención por parte del gobierno, ¿cómo vamos a poder cumplir para que la cadena de suministro no se vea afectada?”, planteó.
En el camino de la transición energética, las armadoras se adaptan a las normas mexicanas que son modificadas constantemente por diversos vacíos, entre éstos la disposición de Diésel de Ultra Bajo Azufre, infraestructura para electrolineras y la voluntad de los tres niveles de gobierno.
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Sin embargo, hay estados en donde la voluntad para facilitar el proceso de introducción de las nuevas tecnologías es tangible. Es el caso de Jalisco, que con la suma de diferentes esfuerzos entre gobierno e iniciativa privada fue posible electrificar al parque vehicular.
Almicar López, Director de Transporte Público de Jalisco destacó que la entidad se ha encargado de cabildear estrategias y recursos para transformar al 100% la flota de transporte público de la entidad.
Destacó también la importancia de la participación de la iniciativa privada, el acercamiento a los usuarios y el diálogo con los productores y los retos de la tropicalización de las unidades y su cadena de proveeduría y suministro.
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