Un escenario común en empresas con alta rotación de operadores es que sus conductores siempre están a la deriva: van y vienen, cobran y pagan, regresan y se vuelven a ir. En la mayoría de los casos solo son números, uno entre tantos. Y Recurso Confiable así lo analiza.

Ante este contexto, Érika Sánchez, gerente comercial de Investigación de Personal en Recurso Confiable, considera que sería muy importante que las empresas estén más cerca de sus conductores. Saber sus nombres, conocer sus contextos y valorar su trabajo. “Desde la cabeza hasta los pies, desde el dueño hasta el personal de limpieza”.

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“Una idea que tengo es crear células de trabajo. Dividir a los operadores y que cada grupo tenga un mentor dentro de la empresa, de cualquier área. Identificar a estos líderes que, en efecto, hagan su trabajo, pero que también sean proactivos para platicar constantemente con los operadores.

“Y no solo eso, hay que darles seguimiento de forma periódica, quizá semanal, para saber cómo están, cómo se sienten o qué necesitan. Aunque es importante que estos puntos no se mal entiendan, aclara la especialista, pues en toda la estrategia debe haber elementos perfectamente establecidos, medibles y hasta mejorables. 

“No estamos diciendo que hay que consentirlos, ni permitirles todo ni dejar que hagan lo que quieran. No, lo que se busca es darles su lugar, tratarlos con respeto y dignidad y, lo más importante, que se sientan cobijados por su empleador”.

Profesionalización… en todas las áreas

Es así como la experta cierra la pinza, ya que si bien el enfoque estuvo en los operadores, la capacitación, actualización y profesionalización del autotransporte son esferas que competen a todos, a personal técnico, administrativo, gerencial y, por supuesto, directivo.

“En el país hay empresas con una mala reputación, pero también está el otro extremo. Incluso muchos operadores y personal administrativo las ven como un tema aspiracional, pues sus dueños, y las personas que toman las decisiones también ponen el ejemplo de humanidad, humildad y buena calidad de vida. Yo creo que muchas empresas quieren ser vistas así”, agrega Sánchez.

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Y como en muchos otros casos, hay quienes no gozan de buena reputación y cambiar esta imagen no es tan fácil, aunque sí es posible y esto se dará con pasos claros y sólidos hacia la dignificación. 

En la vida, como en todo, el agua quieta se encharca y luego se pudre, hay que hacer que fluya y que esté en constante movimiento. Esto significa actualizarse en todos los sentidos, estar a la vanguardia, dar el primer paso, caminar junto con los clientes, pero también junto con los colaboradores.