La flota del autotransporte de carga y pasaje crece, en línea con la demanda de la economía; sin embargo, también se hace más vieja. La expectativa es que, de mantenerse el ritmo de crecimiento, sin acciones importantes para reducir las emisiones contaminantes, los gases de efecto invernadero generados por el sector aumentarán 145% para 2050, respecto a los niveles de 2016.
Las estimaciones realizadas por la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable en México (GIZ) y la Iniciativa Climática de México (ICM) para el autotransporte son alarmantes, e invitan a las empresas al análisis y a la acción.
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La electrificación llega de inmediato a la mente como sinónimo de sustentabilidad; sin embargo, hay retos importantes, como la autonomía de las unidades y la infraestructura energética que impiden su rápida adopción.
Migrar hacia las cero emisiones, ahora es una opción que cada compañía debe analizar desde su capacidad financiera y la naturaleza de su operación.
Esto no significa que es imposible ser sustentable, de hecho, hay acciones que empresas de autotransporte de todos los tamaños pueden iniciar desde ya, con una mínima inversión.
Las empresas de transporte gastan en promedio 38% de su pasivo mensual en combustible. Entonces, cualquier tecnología que ayude a mitigar ese consumo tendrá un impacto ambiental y económico”.
Julio Hernández, Subdirector Comercial de Element Fleet.
El ahorro de combustible inicia desde casa, con la capacitación de operadores, y una de las materias obligadas es la conducción técnico económica.
Ahorros en el autotransporte, desde lo básico
Ricardo Cortázar, Director General de InnoTran, estimó que entre un operador considerado muy bueno y uno no tanto, hay una diferencia en rendimiento de entre 25 y 30 por ciento. Además, una buena técnica al volante tiene un impacto favorable en la seguridad vial.
Esta medida se puede extender a la inversión en neumáticos que proporcionen un mejor rendimiento de combustible, el cual puede ser de entre 3 y 4 por ciento: “La empresa de autotransporte puede gastar dos pesos más en llantas, pero gastó 10 pesos menos en combustible y, al final, tuvo un ahorro de ocho pesos, más el beneficio ambiental”, añade Cortázar.
El aprovechamiento de la telemática, tecnología que se estima está presente en solo una cuarta parte de las flotas del autotransporte de carga, va más allá del ahorro de diésel, pues consigue un menor desgaste de neumáticos y una mayor durabilidad de aceites lubricantes; es decir, se generan menores desechos y se ahorra más.
Leonardo Gómez, Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), compartió que una clave importante es la renovación de flota: “En la medida en que tengamos mejores tecnologías, con mejor combustible, nos acercaremos a tener menor impacto en el ambiente, y eso lo mide cada empresa”.
Al comparar tecnologías Euro V o EPA 07 con unidades de 19 años, edad promedio de la flota del autotransporte federal de carga y pasaje, la reducción en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) son de 83% y de 50% para el material particulado (MP).
La realidad del autotransporte en México es que la infraestructura y la disponibilidad de energéticos son un factor determinante para la penetración de flotas eléctricas, de gas natural e, incluso, híbridas.
Sin embargo, no hay pretextos para no ser sustentables y más rentables con inversiones que lejos están de poner en riesgo la salud financiara de las empresas de autotransporte.
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