El Gobierno federal comenzará en unos días su plan de vacunación contra COVID-19 con un primer lote de 250 mil vacunas de Pfizer, lo que requerirá una logística para su aplicación nunca antes vista: 3 dosis por minuto.  

De acuerdo con la Política Nacional de Vacunación que presentó la Administración de Andrés Manuel López Obrador, idealmente se deberán aplicar las 250 mil dosis de esta primera etapa en 45 días. 

Además de requerir ultracongelación, la vacuna de Pfizer es de doble dosis, que deberá aplicarse en un intervalo de unos 21 días. Eso significa que en la fase 1 se aplicarán 125 mil esquemas de vacunación a personal de salud de primera línea de control de COVID-19.

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El Gabinete federal ha priorizado distribuir las 125 mil dosis a la Ciudad de México y Coahuila, en donde se llevarán a cabo jornadas de vacunación. 

Para Ernesto Lagarda, profesor del Instituto Tecnológico de Sonora e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, el recurso humano y la rapidez de respuesta serán fundamentales en el país para que la vacuna se pueda mover de manera fluida y sin alteración.

El especialista y ganador del Premio Nacional de Logística 2019 compartió que México debe prepararse en temas de infraestructura para asegurar la calidad y la seguridad de las vacunas en los puntos de aplicación. 

Y, principalmente, definir la localización de los centros de distribución.

Hasta ahora, Jalisco, Nuevo León y Baja California Sur han hecho público sus avances para recibir la vacuna contra COVID-19.

El Gobierno del jalisciense Enrique Alfaro se alió con la Universidad de Guadalajara para utilizar su infraestructura y equipo médico humano. 

Nuevo León, que encabeza Jaime Rodríguez, recibió de la empresa de origen danés Danfoss, con operaciones en esta entidad, una donación de refrigeradores de ultracongelación, y con ello se posiciona como el primer estado en contar con este equipo.

Por su lado, Baja California Sur modernizó la red de frío del almacén general de la Secretaría de Salud, y con ello se convirtió en la única entidad en tener un inmueble autorizado por Cofepris como espacio apto para el depósito y distribución de productos biológicos para uso humano.

¿Y las etapas subsecuentes?

Para Ernesto Lagarda, México tiene una buena infraestructura para hacer frente al reto logístico de la vacuna COVID-19. En 2018, el país se ubicó en la posición 51 en el Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial, el cual valora a 155 naciones.

Sin embargo, urgió coordinación entre el Gobierno, los operadores logísticos y la academia para avanzar en el esquema de vacunación.

No podemos seguir viéndonos como: ‘tú Gobierno lo haces todo’, y sin recurrir al apoyo de los operadores logísticos que hay en México. Hay temas de mermas o robos que pueden suceder. Me parece que deberían coordinarse y combinar ambas experiencias”,

Ernesto Lagarde, integrante del Sistema Nacional de Investigadores.

Es previsible que el hub más importante para recibir la vacuna sea el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, desde donde comenzará la distribución a otras ciudades. “El gran reto es en qué punto de la ciudad deberíamos poner esa vacuna, de tal suerte que se pueda repartir por regiones”, destacó. 

Como ejemplo, añadió, en Sonora se pensaría que la vacuna va a llegar a Hermosillo, y de allí, deberían haber flotas de distribución muy eficientes que aseguren la entrega a tiempo y con la agilidad que se requiere. 

En cada entidad se tendrá que hacer un análisis por región, en el que se considere su orografía, capacidades aéreas, y el empaque y vacuna que se va a movilizar para definir las rutas y estrategias logísticas.

Hasta ahora, las autoridades no han informado a la población sobre los puntos de vacunación, ni de distribución. Pero se señaló que la custodia y traslado será por parte de las Fuerzas Armadas.

En la primera fase de vacunación, habrá dos turnos de aplicación de vacuna en cada módulo, lo que permitirá aplicar 6 mil dosis diarias.

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