La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que este año México tenga un crecimiento de 2.6% en su PIB.
Esta perspectiva se ve respaldada por el aumento en el consumo y la mejora en el mercado laboral, aunque la inflación podría mermar el crecimiento.
Asimismo, el organismo estima un crecimiento en las exportaciones de México, aunque podría desacelerarse por la ralentización económica de EU.
De igual manera, la inversión se beneficiará de un funcionamiento más fluido de las cadenas de valor mundial y el traslado de manufactura a México (nearshoring).
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La OCDE señala que, con la mayor certidumbre que impera en México, ayudaría a impulsar al máximo el actual traslado de procesos de producción al país.
Pese a las presiones derivadas de la inflación, la actividad económica creció 1% en el primer trimestre de 2023, detalla en su estudio «Panorama económico para México».
Además, la OCDE ve que el consumo es resiliente y está respaldado por el aumento de empleo formal y de salarios reales.
Aunado a ello, hay remesas elevadas y el crédito de consumo tiene buena recuperación, aunque sigue con niveles abajo prepandemia.
En cuestión de la actividad manufacturera, observa un leve debilitamiento, ante la baja demanda exterior procedente de Estados Unidos.
No obstante, la inversión en maquinaria y equipos se fortalece, favorecida por el traslado de procesos industriales (nearshoring) a México.
Por el contrario, la construcción sigue en uno de sus niveles más bajos desde antes de la pandemia, con 10% por debajo de 2019.
Otro de los factores que ayudarán al crecimiento de México, según la OCDE, es la tasa de desempleo a la baja en términos históricos.