Con el embate del SARS-CoV-2 y su propagación entre la población, las industrias han debido priorizar el cuidado de la salud de quienes trabajan en la cadena de suministro y crear conciencia sobre mantener los controles sanitarios dentro y fuera de las organizaciones.
Para el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), cada empresa tiene una importante responsabilidad de aplicar eficazmente los programas necesarios para prevenir los brotes infecciosos.
Pero no solo dentro del ámbito de la compañía, sino en el entorno de los colaboradores: en la calle, con su familia y en lo social”.
Gustavo Equihua, Presidente de ConaLog.
En esto coincide Alejandro Díaz Villalobos, Delegado de la zona fronteriza del Norte entre México y EU por la Organización Mundial por la Paz, quien señala que debe haber corresponsabilidad de las industrias y trabajadores.
Nuestra responsabilidad –tanto de directivos, como colaboradores, asociados, empleados– no termina en el momento en el que suena la campana o con el reloj checador; al contrario, empieza un compromiso para que no contagie a mi familia, ni a la comunidad, ni a mis compañeros de trabajo”, manifiesta.
El especialista reconoce que es difícil tener control sobre lo que sucede fuera de las empresas y las industrias una vez concluida la jornada laboral. No obstante, sugiere capacitaciones constantes, al menos quincenales y de manera práctica y teórica.
Con ello, añade, las industrias que no han dejado de operar o retomaron actividades en la nueva normalidad podrían estar tranquilas y seguras de que un emisor logra generar la conciencia suficiente con el receptor, en este caso, la plantilla laboral.
“Que de manera objetiva, en un examen escrito, ustedes saben que ellos entendieron exactamente los pasos que tenemos que seguir, no solo en el espacio laboral, sino fuera”, explica.
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Seguridad sanitaria dentro y fuera de las industrias
Las industrias coinciden en que la primera prioridad es salvaguardar la integridad física de los colaboradores, asociados y todo el personal que participa, con medidas necesarias para poder garantizar su integridad y bienestar y, con ello, el de sus familias y comunidad.
Alejandro Díaz Villalobos sugiere implementar estos pasos:
Desarrollar un comité de seguridad e higiene, dedicado a atender en las industrias el control del COVID-19 y que sesione periódicamente.
Ofrecer servicio de transporte de personal. Esto reduce la posibilidad de que los colaboradores se contagien durante su traslado al espacio laboral y permite implementar medidas de control desde antes de que aborden las unidades de traslado.
Se recomienda que haya una persona dedicada a registrar la temperatura del personal (36.5 grados Centígrados como límite) antes de que suba al vehículo. En la unidad, deben portar equipo de protección personal y los vehículos deberán recibir sanitización adecuada antes y después de recoger al personal.
Instalación de varios filtros a la entrada de personal en los centros de operación. Con estos puntos, se busca asegurar que los empleados no presenten fiebre, que habitualmente es el primer signo o síntoma que presenta un paciente infectado con COVID-19.
Además, servirá para corroborar la toma de temperatura de los colaboradores que ingresen en transporte de personal.
Instalar un túnel sanitizador. Estos equipos, que pueden ser de tamaño pequeño o mediano, tienen las dosis y presiones específicas para sanitizar a quienes ingresen al espacio laboral.
Además, hacer un buen aseo de las suelas de los zapatos con tapetes sanitizantes, como los que se ocupan en la industria alimenticia.
De ser posible, el especialista propone instalar un espacio para lavado de manos semi quirúrgico corto.
Con estas acciones, las industrias prácticamente podrán reducir al mínimo la posibilidad de que el virus ingrese a sus instalaciones con alguno de sus colaboradores o socios.
De manera periódica, cada 3 o 4 horas según lo acuerde el comité de seguridad, sanitizando las áreas de trabajo con los productos de su conveniencia. Muy importante que los colaboradores –todo el tiempo– desde que entran a la industria, al negocio, al espacio, siempre tengan su cubrebocas, hasta el momento que salgan. Habrá un solo momento en que se lo podrán quitar, que será cuando ingieran alimentos, lo cual será de manera muy breve.
Alejandro Díaz Villalobos añadió que es muy importante que el departamento de intendencia haga una detallada limpieza en los inodoros y excusados, donde también se puede albergar el COVID-19.
“No se ha hablado mucho del tema, todo lo contrario, pocas lo han hecho, y esa es una fuente de contaminación importantísima, que les garantizo que ha contaminado y contagiado a muchas personas a pesar de que hemos hecho los mejores esfuerzos para evitar los contagios”, expresó
Subrayó que es necesario cerrar la tapa del excusado y bajar la palanca, porque al momento de que haya una centrífuga, que empieza la presión, de manera inadvertida puede haber fuga de gotas y vapor, con lo cual las personas se podrían contaminar en alguna superficie de su cuerpo.
A la salida del baño, volver a hacer el mismo ejercicio de sanitización corporal, incluidos los pies y manos, y la aplicación de gel.