Rosalinda González arrancó su carrera profesional con apenas 18 años y, a la fecha, continúa en la misma empresa que la vio crecer: Transportes Julián de Obregón, una compañía que la abrazó desde el primer momento y no la dejó ir debido a su convicción de seguir creciendo como profesionista, como persona y como mujer.

“Jamás dejen de aprender, lean lo más posible de todo, de su carrera, de su trabajo, porque una mujer instruida es lo mejor que puede tener la sociedad”, aconseja Rosalinda a todas aquellas que quieran desarrollarse en el transporte de carga.

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Explica que su disposición para conocer a fondo el sector, desde el funcionamiento de un camión hasta cómo se conforman las finanzas de una empresa, fueron las claves que la catapultaron para ser ahora Tesorera del Consejo de Administración de Transportes Julián de Obregón , cargo que ostenta orgullosa para seguir promoviendo el crecimiento de otras mujeres.

“Veía que a las mujeres las relegaban, y decía, ‘pero, ¿por qué?, si tenemos las mismas capacidades que los hombres en todas las cuestiones’. Hoy las vemos participando más, pero sí nos falta camino por recorrer, y es cambiarle el chip a la gente de que hay actividades que no fueron propias de una mujer, porque todo lo podemos hacer”, asegura.

Rosalinda González, Tesorera del Consejo de Administración de Transportes Julián de Obregón.

Con ese estandarte y con la experiencia que le han dado 22 años en Julián de Obregón, Rosalinda tiene la capacidad de reconocer su esfuerzo y el de sus compañeras, a quienes impulsa desde la transportista, y prueba de ello, es que la mayoría de quienes ocupan un cargo gerencial a nivel nacional en Julián de Obregón, son mujeres.

“Entonces, ellas mismas también van promoviendo a otras mujeres, es como cuando siembras una plantita, y el hecho de que esta planta alimente y promueva a otras es simplemente maravilloso”, asegura.

Rosalinda González, Tesorera del Consejo de Administración de Transportes Julián de Obregón.

Para llegar a esa convicción, Rosalinda forjó su trayectoria basada en esfuerzo, de conocer cada engranaje que compone el servicio de transporte de mercancías en México, sobre todo, en un tiempo en que los hombres dominaban el sector.

“Fue poco a poco, pues quienes eran los accionistas tuvieron que involucrar a los hijos, pero la mayoría tenía más hijas, o los varones estaban muy pequeños para asumir la responsabilidad. Entonces empezaron a convertirlas en accionistas y a darles participación dentro de la asamblea, y esto fue un boom porque también empezaron a involucrar a las esposas”, detalla.

Aunque la participación de las mujeres en el autotransporte ha crecido, aún hay retos que asumir, considera.

“No se nos ha dado el poder total para desempeñar cualquier cargo; antes se consideraba a las mujeres para ser secretarias o recepcionistas, pero esto ha cambiado afortunadamente, ahora hay más mujeres ocupando cargos importantes”, reconoce Rosalinda González.

Rosalinda no “habla al aire” cuando se refiere al trabajo que ha realizado para crecer profesionalmente, pues luego de haber entrado a Julián de Obregón a realizar su servicio social, hoy es la encargada de las finanzas de una de las transportistas más importantes en el país.

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“Es un puesto que requiere mucha responsabilidad, cualquier decisión puede poner a temblar a toda la empresa y a familias completas, entonces sí necesitamos estar bien capacitadas, y siempre tener la colaboración de personas con más experiencia, no para no equivocarse, porque errar es de humanos, pero sí para dar con mayor seguridad el paso que se tenga que dar”, destaca.

Aunque su trayectoria la respalda, Rosalinda González se mantiene firme en seguir preparándose para continuar promoviendo el desarrollo de su profesión, del autotransporte y de quienes la rodean.

“Mi meta es ser un ejemplo para mis hijos, quiero tener seres humanos que aporten algo a la sociedad, que sean productivos para los retos que vienen, y que sepan que todo se consigue luchando y no dejar de seguir aprendiendo y estudiando”, sostiene. 

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