Echar a andar una iniciativa de sostenibilidad en una organización no es una tarea sencilla, y es necesaria una clara directriz desde la Alta Dirección, así como una participación y acompañamiento constante de diversas áreas y el desarrollo de una estrategia sólida que permita alcanzar los objetivos trazados para dar continuidad a este esfuerzo.

Así lo destaca Carmelo Santillán Ramos, director general de CSR Consulting, durante su participación en el podcast Ruta TyT, y dónde agrega que esto da una gran certeza y expectativa de éxito en el proyecto, ya que ese respaldo le permitirá interactuar con las demás áreas y lograr un esfuerzo colaborativo, donde no sólo se compartan las responsabilidad y acciones, sino también los resultados.

Añade que crear un área enfocada en la sostenibilidad no debe verse solo como una medida administrativa, ya que su éxito dependerá de la relación con otros departamentos y la definición de sus indicadores y objetivos; así como de la transparencia y rendición de cuentas para conocer sus avances.

Aquí puedes escuchar el episodio de Ruta TyT con Carmelo Santillán:

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“Debe tener objetivos incluidos en la planeación estratégica, indicadores y cuánto se va a invertir en esa área, porque va a funcionar como cualquier otro departamento. Si no hay indicadores, no sabemos si lo está haciendo bien o mal y después no permea a la organización”, resalta el especialista.

Para comenzar con esta aventura, Santillán Ramos recomienda a la empresa conocerse y trazar objetivos claros para echar a andar un programa de sostenibilidad, ya que se trata de un desafío que la empresa deberá enfrentar a conciencia y, para lograrlo, necesita primero identificar el por qué sumar esta iniciativa y qué pretende lograr con ello, puesto que conocer el estado de arranque y las metas le permitirán definir una estrategia y un plan de acción adecuados.

«Cada empresa tiene sus peculiaridades, así que lo primero necesitamos saber cuáles son los temas de sostenibilidad que la empresa tiene que cuidar o que tiene que gestionar; y para eso tenemos que hacer un análisis o estudio de materialidad».

Con esto, se puede conocer el estado actual de la organización en este tema, así como escuchar y atender las diferentes necesidades y metas de los grupos de interés dentro de la compañía, como inversionistas, dueños, colaboradores y otros, dado que cada uno tiene finalidades distintas, y priorizarlas es un punto esencial para dar los primeros pasos y determinar qué temas son relevantes para gestionar en la estrategia de sustentabilidad.

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«Hay que definir objetivos que sean SMART: específicos, medibles, alcanzables, realistas y con temporalidad. Para no caer en el ‘greenwashing’ o aspectos ambiguos, y que se pueda medir este reto. La sostenibilidad es cómo la empresa puede hacer de algo que parece intangible en algo tangible», indicó.

Con esto en mano, agrega el experto, es necesario llevar a cabo un diagnóstico de sustentabilidad, y precisa que es como un chequeo médico, que permitirá conocer la “salud” de la empresa en esta materia a través de una serie de indicadores, como gestión de la diversidad y huella de carbono, entre otros.

Contar con esos dos elementos facilitará a la empresa identificar los objetivos principales y empatarlos con las acciones requeridas en función de lo trazado.

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Desarrollar un plan de sostenibilidad debe hacerse paso a paso si se quiere diseñar una estructura sólida y ajustada a la dinámica de la organización, que haga sentido con la estrategia de negocio y la planeación estratégica, «ya que no podemos poner cosas descabelladas en las que haya una brecha muy amplia. Se trata de incorporar de forma gradual y que dé valor a la organización”, señala.

Por ello, Santillán Ramos hace hincapié en que cada organización debe hacer y trabajar en su propia iniciativa de sostenibilidad atendiendo a sus necesidades, ya que así asegura que los resultados producidos sean favorables y significativos en todas las facetas.

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