La historia de Súper Transporte Internacional (STI) tiene marcado 1993 como el año en inició todo de manera formal, pero en realidad hay un precedente que hizo posible este relato, contado por su director general adjunto, Ángel Hernández Gayán.

Antes de esa fecha, los hermanos Gaytán solían dedicarse a la mecánica de vehículos pesados. Le sabían mover y arreglar a todo el camión. Su fundador, Ernesto Gaytán Palomo, era el jefe de taller de Transportes Cuauhtémoc, donde también trabajaba su padre, Carlos Gaytán Rivera.

Los hermanos Ernesto, Felipe, Francisco y José Gaytán son los responsables de esta historia, aunque unos llegaron después. Lo cierto es que para aprovechar su vasto conocimiento en la mecánica, decidieron invertir en comprar un camión.

Por aquellos años todavía radicaban en Monterrey, pero sabían que habría más oportunidad de negocio en Nuevo Laredo, pues su propósito era utilizar ese primer camión en el servicio de transfer. Y así fue.

Pero antes, para que esto funcionara, echaron mano de su mejor recurso en ese momento: elegir un camión usado, pero en condiciones óptimas para darle el mejor mantenimiento, pues era la única manera de garantizar esa segunda vida de la unidad.

Ahí fue cuando en realidad inició esta aventura. Ernesto Gaytán Palomo fundó STI, un nombre tomado por la expectativa de consolidar su presencia tanto en México como en Estados Unidos, pues una de las primeras decisiones que tomaron fue abrir operación en ambos países, pues la demanda del servicio puerta a puerta suponía el futuro del transporte internacional. 

Ángel Hernández, sobrino de los hermanos Gaytán, lleva ya 23 años siendo testigo de esta historia y, de hecho, su madre también se incorporó como socia de la empresa, y sumó los esfuerzos de toda una generación enfocada en abrir el horizonte fronterizo.

Y no fue sino hasta 1999 cuando ya teniendo una flota mediana, STI tuvo un acercamiento importante con una armadora de vehículos pesados. Volvo Trucks México los escuchó y planteó opciones para renovar su flota completa. Cerca de 50 tractocamiones. 

Y eso fue un parteaguas para la empresa, pues a partir de ahí tanto el servicio como la imagen , por supuesto, la filosofía de la empresa cambiaron para dar un servicio digno del nuevo milenio.

Con la crisis de 2008 también se la vieron difícil, pero ya era una empresa madura, sólida y pudieron solventar las vicisitudes del sector en aquel remoto momento que puso a temblar a más de uno y cobró la vida de varias empresas.

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Pero para STI, la profesionalización y el servicio han sido la clave para seguir creciendo y diversificar la operación. Sólo así han podido llegar al mundo de la nueva realidad, en la que cualquier experiencia, servicio y valor agregado hacen la gran diferencia a la hora de marcar un plus en el autotransporte.

Entre la capacitación, el compromiso social y la profesionalización

En plena pandemia, en 2022, STI puso en marcha su Instituto de Formación de Operadores en San Luis Potosí, pues el famoso déficit de conductores es un problema que todos tienen que resolver, empezando por las empresas del sector, pues son ellas las más afectadas por este fenómeno. 

De hecho, en marzo pasado incluyó a la primera generación de mujeres operadoras, pues la inclusión de género también ha sido un distintivo de la compañía, en la que cada vez más conductoras se suman a sus filas. 

También en 2020 fue el primer año en que STI recibió el reconocimiento Empresa Socialmente Responsable (ESR), un distintivo que reconoce su labor en torno a los programas educativos, de salud, desarrollo y políticas de flexibilidad. 

Asimismo, tal reconocimiento da fe de que STI es una compañía cuya misión, visión y valores han provocado un sentido de pertenencia entre sus colaboradores, pues, como se dice, la familia que conforma esta empresa tiene bien puesta la playera.

Por último, desde hace más de 10 años y a fin de consolidar su presencia en México, Estados Unidos y Canadá, la empresa inició un proceso de profesionalización, con la instauración de un gobierno corporativo, pues ha sido la mejor forma de enfrentar los retos del presente.