Toyota Motor Corporation extendió la suspensión de la producción de una de sus líneas en Japón, que afectará un volumen de aproximadamente 4,000 unidades en su plan de julio.
La empresa nipona recordó que los repetidos ajustes a sus planes de producción han sido ocasionados por la escasez de piezas como resultado de la propagación de COVID-19, sin embargo, en esta ocasión la suspensión de debe a una investigación.
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«Para investigar la causa de la retirada de un determinado modelo, se extenderá la suspensión de la producción de la línea n.° 1 en la planta de Motomachi», asentó la armadora en un comunicado.
Asimismo, informó que el plan de producción global de este mes se mantendrá sin cambios con respecto al volumen anunciado que rondaba en las 800,000 unidades, aunque existe la posibilidad de que sea menor.
En tanto, Toyota enfatizó que examina de cerca el suministro de piezas para minimizar las disminuciones repentinas en la producción y continuará haciendo todo lo posible para entregar la mayor cantidad de vehcículos a sus clientes.
Esta suspensión se suma a la anunciada a finales de junio por la empresa, quedando suspendidas, hasta el momento, cinco de sus 28 líneas de producción, en siete de sus 14 plantas en Japón.
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