En el mercado existen productos sensibles a la temperatura, como alimentos y medicamentos, que necesitan ser transportados y distribuidos bajo condiciones estrictas para garantizar su calidad y seguridad desde su origen hasta el destino final. Para lograrlo, el transporte, y específicamente la cadena de frío, es fundamental.
Expertos en el tema afirman que los costos logísticos representan entre el 15 y el 20% de la cadena de frío. Entre éstos destacan el proceso de almacenamiento, la trazabilidad de los sistemas de transporte (que incluye tanto el monitoreo de flotas, como de las rutas transitadas) y la temperatura.
Ante este escenario, SimpliRoute, startup dedicada a la optimización logística de última milla, expone los 3 de los aspectos más importantes a considerar en la cadena de frío:
- Planeación de la distribución. Determinar el tiempo máximo que pueden permanecer los productos en tránsito sin comprometer su calidad. Conocer este límite servirá para planificar rutas y horarios de entrega adecuados, evitando demoras innecesarias que puedan afectar la integridad de la mercancía.
- Selección adecuada de vehículos. El mercado actual ofrece un sinnúmero de soluciones vehiculares para la refrigeración, sin embargo es necesario tomar en cuenta factores como el nivel de enfriamiento, el consumo de energía y la capacidad de carga.
- Logística inteligente. Hacer una planeación logística basada en rutas inteligentes evita tiempos de espera prolongados, así como retrasos que pueden impactar en el funcionamiento del transporte refrigerado. A través de una instalación integrada con GPS, se puede monitorear en tiempo real la temperatura de cada vehículo.
“Actualmente la tecnología permite hacer un monitoreo constante de los vehículos con lo cual los clientes pueden activar un plan de contingencia ante cualquier eventualidad y reducir así las fricciones en la cadena de frío”, afirmó Álvaro Echeverría, CEO y cofundador de SimpliRoute.
Cabe mencionar que cada año se pierden cerca del 14% de los alimentos a nivel mundial debido a problemas dentro de la primera etapa de la cadena de suministro, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
“Hacer más eficiente y trazable la cadena de frío contribuye a hacer frente a este tipo de mermas que nos afectan a todos. Si podemos reducir las pérdidas de alimentos entonces seremos capaces de alcanzar modelos de negocio más sostenibles para el futuro”, agregó.
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Implementar una logística inteligente dentro de la cadena de valor del transporte en frío ayuda a reducir los costos logísticos hasta en un 30%, al reducir no solo los kilómetros recorridos, sino también el número de vehículos utilizados para cada entrega con una sana cadena de frío.